Las batallas por los impuestos a los refrescos
Como se ha sabido el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la Cámara de Diputados, entraron en controversia por el tema del recorte de 50 por ciento a los impuestos de bebidas con bajo contenido de azúcar. Unos le echan la culpa a los otros pero a la larga lo único que se busca es garantizar los niveles de gasto excesivo del ejecutivo federal y el poder judicial y legislativo. Lo cierto que habrá en tiempo y forma Ley de Ingresos y la Miscelánea Fiscal que a la larga tendrán que cargar los ciudadanos.
En lo que se coincide es en definir el tema y la carga impositiva para las bebidas azucaradas. Cuando se votó este impuesto se presentaron aquí en la 'Pecera' del PRI representantes de cámaras empresariales y varios diputados para escuchar las razones para mantener o rebajar el impuesto.
El PRI ha reiterado que nunca negoció con el Consejo Coordinador Empresarial y ninguna de sus propuestas no provienen del organismo empresarial. A su vez los panistas reiteran que su intención al empujar el punto solo fue el de proteger la salud de los mexicanos, al desalentar el consumo de bebidas con alto contenido calórico.
Hay también la propuesta indica que será mantener el cobro actual del impuesto a las bebidas saborizadas, es decir, de un peso por litro, así como incrementar en un peso más el cobro para refrescos con alto contenido de azúcar.
El Incrementando del IEPS a un peso más, a las bebidas energéticas con alto contenido calórico, que en vez de ser un peso, pase dos y que las que tengan bajo contenido energético se queden en uno, como actualmente se encuentra la ley.
Otra postura indica que si están comprometidos con la causa de la salud, que aprueben esta propuesta. Si no lo están, seguiremos viendo, que es parte de demagogia y discurso.
Hace unos días organizaciones de defensa del consumidor y de la salud denunciaron hoy la injerencia de la industria refresquera en la posible disminución de 50% del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para los refrescos y otras bebidas procesadas que tengan hasta cinco gramos de azúcares añadidos –muchos de los cuales están destinados a los niños–, actualmente en discusión en el Senado.
Lamentaron que los diputados federales priistas, panistas y de los partidos satélites PVEM y Panal, aprobaron la reducción del impuesto –de un peso por litro a cincuenta centavos por litro– sobre estas bebidas, haciendo caso omiso a las opiniones de organismos nacionales e internacionales de salud que se alarmaron ante la medida "regresiva" aprobada en la cámara.
Entre ellos destacan el Instituto Nacional de Salud Pública, la Asociación Nacional de Cardiólogos de México o la Organización Panamericana de la Salud, así como una coalición internacional de organizaciones científicas, que recomiendan, al contrario, elevar el impuesto al 20% sobre todas las bebidas azucaradas.
De acuerdo con las organizaciones, la estrategia de la industria consiste en fomentar el consumo de bebidas light –tal como lo hizo la industria del tabaco–, las cuales son diseñadas y elaboradas en laboratorios con azúcares, edulcorantes, saborizantes y otros químicos para habituar a los más jóvenes a la sensación de dulce y volverlos adictos.
La SHCP retomó el argumento de la industria refresquera al destacar que la medida propuesta por el PRI fue "malinterpretada", pues aseveró que "lo que se está proponiendo es establecer un tramo particular de bajo contenido de azúcar y que solamente para ese tramo se aplique un impuesto más bajo de 50 centavos". El tema es importante ya que puede macar la diferencia en dar mayor salud a los mexicanos y en aumentar el presupuesto al gobierno federal el próximo año.
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