Ofrece el Papa Francisco misa
para México y EU en la frontera
*La migración es solo uno de los problemas que experimenta Juárez por su condición fronteriza.
Redacción
Ciudad Juárez.- El pontífice oficiará la última misa de su gira pastoral en México en el recinto ferial de Ciudad Juárez, donde encabezará la ceremonia religiosa ante migrantes, enfermos, personas con alguna discapacidad y víctimas de la violencia.
Antes de comenzar, el convoy en el que viaja el Papa Francisco se detuvo frente a tres cruces dedicadas a las diócesis de El Paso, Las Cruces y Ciudad Juárez.
En medio de ellas se yergue una más grande, negra y con tres clavos, conocida como la "Cruz del Migrante", ante la cual el Papa Francisco oró y depositó ramos de flores.
Desde ese lugar llamado "El Punto", el sitio más cercano a la línea fronteriza, bendijo a las personas que están a menos de 50 metros de la frontera que divide a México de Estados Unidos.
Antes, entró al estadio Benito Juárez donde los esperaban miles de personas que con playeras de diferentes colores hicieron mosaicos para mostrar su amor por el pontífice.
En una vuelta olímpica en la písta de tartán del estadio Benito Juárez, el jerarca de la Iglesia Católica recibió muestras de cariño de los fieles
Un grupo de jóvenes siguió en bicicleta al Papa Francisco, que viaja en un automóvil descubierto hacia el lugar conocido como "El Punto", el sitio más cercano a la línea fronteriza que separa a Chihuahua de Texas.
En su camino hay cientos de personas vestidas en su mayoría de blanco y con gorras que saludan al pontífice, agitan globos, banderitas del Vaticano, gritan echan porras e incluso lloran de emoción.
Miles se reúnen en la frontera México-EU
Millares de fieles se congregaron este miércoles en ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos para la última misa que oficiará el papa Francisco en su maratónica gira mexicana, en Ciudad Juárez, donde esperan escuchar un mensaje de solidaridad con los migrantes.
La ceremonia papal se realizará en una explanada al lado del río Bravo, que divide los dos países, y que será transmitida por pantallas gigantes a un estadio de El Paso, Texas.
Centenares de personas cruzaron la frontera desde Estados Unidos para acompañar la misa, mientras otros optaron por participar desde el estadio Sun Bowl de El Paso, donde los organizadores esperan a 52.000 asistentes.
"Ya nos sentimos bendecidos aún cuando no veamos personalmente al papa Francisco. Nos basta con su presencia en nuestra región", comentó Sandra Ovalle, de 32 años y originaria de Chihuahua, quien viajó con su familia desde Albuquerque, Nuevo México, para presenciar la misa en El Paso.
Antes de la ceremonia transfronteriza, el papa visitó una cárcel y se reunió con empresarios y trabajadores en Ciudad Juárez.
En el Centro de Readaptación Social 3 de la localidad, Francisco cuestionó que la cárcel pueda resolver los problemas de la seguridad que golpean a México.
"El problema de la seguridad no se agota solamente encarcelando, sino que es un llamado a intervenir afrontando las causas estructurales y culturales de la inseguridad, que afectan a todo el entramado social", dijo Francisco.
El encuentro tuvo especial significación en México porque, un día antes de la llegada del papa, 49 presos murieron en un motín en un penal Monterrey.
Francisco se encontró también con dirigentes laborales y empresariales, a quienes advirtió de la falta de oportunidades para los jóvenes mexicanos.
"Uno de los flagelos más grandes a los que se ven expuestos sus jóvenes es la falta de oportunidades de estudio y de trabajo (...) generando en muchos casos situaciones de pobreza. Y esta pobreza es el mejor caldo de cultivo para que caigan en el círculo del narcotráfico y de la violencia", advirtió.
Mientras tanto durante su recorrido cientos de reos cantaron mientras al Papa Francisco, a bordo de un pequeño carro de golf, realizó un recorrido durante el cual bendijo y tocó a los internos del Centro de Readaptación Social 3 en Ciudad Juárez, Chihuahua.
El jerarca católico lució alegre y relajado mientras los prisioneros, con uniformes grises y la leyenda Cereso Estatal Interno en la espalda, se agolpaban junto a la valla.
Dos reos músicos, llorando, se arrodillaron para besar sus manos, mientras el Papa oró con ellos y los bendijo, mientras un hombre tocaba su guitarra sin cesar.
Luego el pontífice se acercó a besar a una niña y a una mujer, quien trabaja en el penal, para luego salir del reclusorio.
Respeto a los migrantes
Desde primera hora de la mañana, miles de personas con banderines y camisetas con la leyenda "yo amo al papa" empezaron a llegar para esperar la misa en una explanada junto al fronterizo río Bravo, por donde cada año pasan centenares de migrantes en busca del sueño americano.
En el lado estadounidense de la frontera, cerca de 450 familias de migrantes indocumentados y solicitantes de asilo aguardaban recibir la bendición del papa.
"Los inmigrantes quieren escuchar del papa: 'yo estoy con ustedes'", comentó Rubén García, director del albergue Casa Asunción, en El Paso.
La mayoría de los migrantes que atraviesan el río Bravo son centroamericanos que huyen de la violencia y la pobreza de sus países y se juegan la vida al atravesar México, donde enfrentan extorsiones, secuestros e incluso son asesinados por el crimen organizado.
Después de lanzar mensajes duros contra el narcotráfico y la corrupción en su gira por México, se espera que, durante la última misa e México, el papa se enfoque en la dramática situación de los migrantes.
Cerca de donde tendrá lugar el oficio religioso está el sencillo comedor comunitario "El Pescador", sitio de paso para muchos migrantes como Isaías Franco, un salvadoreño de 47 años.
"Nosotros no vamos a hacer daño a nadie, solo salimos de nuestros países a buscar un futuro mejor. Solo pedimos respeto", expresó este hombre que llegó a vivir siete años en Oklahoma antes de ser deportado en 2011.
En los últimos meses, se ha registrado una ola de deportaciones en México, que se suma a las que realiza Estados Unidos, que las ha intensificado recientemente.
En Estados Unidos, posiciones en contra de la inmigración como las del aspirante presidencial republicano Donald Trump tienen cada vez más altavoces: el magnate lamentó el martes que Francisco sea una personalidad "muy política" que no entiende "el peligro de tener una frontera abierta como la que hoy tenemos con México".
Los años violentos
La migración es solo uno de los problemas que experimenta Juárez por su condición fronteriza.
En la "Tierra de Juárez", el Papa Francisco al sostener un encuentro con el Mundo del Trabajo, al referirse a los empleadores abusivos afirmó que Dios pedirá cuenta a los esclavistas de nuestros días y nosotros hemos de hacer todo lo posible para que estas situaciones no se produzcan más. El flujo de capital no puede determinar el flujo y la vida de las personas.
En el Colegio de Bachilleres del Estado de Chihuahua, el máximo jerarca de la Iglesia católica indicó que la "utilidad económica", no solo provoca la perdida de la dimensión ética de las empresas sino que olvida que la mejor inversión es crear oportunidades.
"La mentalidad reinante pone el flujo de las personas al servicio del flujo de capitales provocando en muchos casis la explotación de los empleados como si fueran objetos a usar y tirar".
Ante importantes empresarios de México, el Sumo Pontífice destacó que desgraciadamente, el tiempo que vivimos ha impuesto el paradigma de la utilidad económica como principio de las relaciones personales. Denunció que la mentalidad reinante propugna la mayor cantidad de ganancias posibles a cualquier tipo de costo y de manera inmediata.
Lo que provocó enormes aplausos y gritos fue cuando promovió que los padres tengan mas tiempo para sus hijos; y en las negociaciones laborales todos ganen.
"Evitando situaciones de pobreza, ya que esta pobreza es el mejor caldo de cultivo para que caigan en el circulo del narcotraficante y de la violencia. Es un lujo que nadie se puede dar, no se puede dejar solo y abandonado el presente y el futuro de México."
Francisco manifestó que hoy están aquí diversas organizaciones de trabajadores y representantes de cámaras y gremios empresariales.
Dijo que a primera vista podrían considerarse como antagonistas pero los une una misma responsabilidad: buscar generar espacios de trabajo digno y verdaderamente útil para la sociedad y especialmente para los jóvenes de esta tierra.
El llamado Obispo de Roma, luego de recibir regalos y escuchar a un representante de trabajadores y empresarios, añadió que uno de los flagelos mas grandes a los que se ven expuestos sus jóvenes es la falta de oportunidades de estudio y de trabajo sostenible y redituable que les permita proyectarse.
Puso énfasis en que sabe que lo planteado no es fácil, pero –dijo- sé también que es peor dejar el futuro en manos de la corrupción, del salvajismo, de la falta de equidad. Sé que no es fácil muchas veces armonizar todas las partes en una negociación, pero se también que es peor y nos termina haciendo más daño, la carencia de negociación y la falta de valoración.
"Se que no es fácil congeniar en un mundo cada vez mas competitivo, pero es peor dejar que el mundo competitivo termine determinando el destino de los pueblos. El lucro y el capital no son un bien por encima del hombre, están al servicio del bien común . Y, cuando el bien común es forzado para estar al servicio del lucro y el capital la única ganancia posible, eso se llama exclusión.
Al finalizar se escucharon estribillos como "Francisco, Francisco, tu ya eres mexicano".
Enclavada en el desierto de Chihuahua, Ciudad Juárez vivió los peores años de la guerra contra el narco entre 2008 y 2011, en medio de las batallas entre el cártel de Juárez y el de Sinaloa, de Joaquín "El Chapo" Guzmán.
Decenas de chicas jóvenes desaparecieron esos años y sus familiares siguen buscándolas o exigiendo justicia por las que aparecieron en pedazos en el desierto, volviendo la memoria a la época negra de los feminicidios en los años 1990.
La misa será la última actividad de Francisco en México, quien partirá en horas de la noche a Roma.
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