El abogado y economista Enrique Ochoa tomó este martes posesión como nuevo presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) mexicano, un partido que se encuentra sumido en la peor derrota electoral de su historia y tocado por las fracturas internas que eso provocó.
Ochoa fue el único candidato que se presentó para sustituir a Manlio Fabio Beltrones, quien dimitió tras la derrota del partido oficialista en los comicios municipales del pasado 5 de junio pasado.
El nuevo presidente del PRI ha dedicado su vida al sector energético y es hombre cercano del secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, y del presidente Enrique Peña Nieto. Desde enero de 2010 y hasta la semana pasada, el nuevo presidente del PRI estaba al frente de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de México.
Para los expertos, la nominación de Ochoa rompe con el esquema tradicional del PRI. Hasta ahora, sus líderes siempre han sido gobernadores o legisladores.
Además, Ochoa, que empezó a trabajar en el sector público en 1997, carece de experiencia en campañas políticas y jamás ha disputado un cargo mediante la elección popular.
En su primer mensaje como dirigente del tricolor, el extitular de la CFE se refirió a las acusaciones de corrupción que han sapilcado a su partido en los últimos meses: "Es inaceptable tapar el sol con un dedo, debemos reaccionar. El PRI debe ser garante de honestidad de sus gobiernos, tenemos que ser un partido que señale la corrupción de los gobiernos emanados de nuestras filas (…) exigir incluso su destitución", apuntó.
Para el catedrático del Tecnológico de Monterrey del campus Ciudad de México y profesor residente de la Universidad de Baltimore, José Fernández Santillán, con Enrique Ochoa al frente del PRI, al partido le esperan tiempos difíciles y "de riesgo".
"Sería una torpeza para el PRI si llega Enrique Ochoa, porque se busca que el partido llegue a un mayor muelle en las elecciones de 2017 y las presidenciales de 2018. Esto deja muchas dudas en el ambiente, porque él es un hombre que no ha tenido un cargo por elección. Carece de experiencia", comentó Fernández, quien agregó que quienes ganan con esta designación son los tecnócratas dentro y fuera del partido, dejando atrás a la vieja guardia priista que apuesta por la política social.
El catedrático explicó que desde 2006, el "músculo" que lideraba al PRI había sido impulsado por una coalición de gobernadores, entre los que están Beatriz Paredes, Humberto Moreira, Pedro Joaquín Coldwell y César Camacho Quiroz, que configuró alianzas regionales para tener éxito en las elecciones.
Incluso con Manlio Fabio Beltrones -exgobernador de Sonora y expresidente del PRI-, esta fórmula siguió dando votos al partido, pero no le alcanzó para ganar gubernaturas, luego de la inconformidad social contra gobiernos que endeudaron estados como Chihuahua, Quintana Roo y Veracruz.
Sin embargo, con Ochoa al frente del PRI, los resultados que puedan lograr en las próximas elecciones son una incógnita, refirió Fernández Santillán.
La nueva dirigencia tendrá la misión de escoger a los candidatos para las próximas elecciones y la posibilidad de proponer a su abanderado para los comicios presidenciales de 2018, por esa razón muchos priistas se oponen a la candidatura de Enrique Ochoa.
Manlio Fabio Beltrones asumió los costos de la derrota electoral del 5 de junio pasado con su renuncia. Susana Gonzalez/Bloomberg via Getty Images
Tal es el caso del exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, quien pidió convocar a una elección interna organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE), algo nunca visto en el PRI.
Ruiz expuso que existe un plan para "imponer" a Ochoa y que incluso su pura candidatura viola los reglamentos del PRI –artículo 156–, pues para ocupar la presidencia del partido se debe tener 10 años de militancia, y Enrique está afiliado desde 2014, aunque posee una credencial de militante fechada en 1991.
Actualmente hay dos impugnaciones contra la candidatura de Ochoa presentadas a la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI, aunque siguen en estatus de validación.
Hasta la semana pasada, Enrique Ochoa Reza era director general de la CFE; inició su trayectoria como asesor del exsecretario de Energía, Luis Téllez Kuenzler, de 1997 a 1999. Ha ocupado cargos en la Secretaría de Energía y Pemex, y es autor del libro 'Para entender la Reforma Energética'.
Ochoa Reza se registró este lunes como candidato a la presidencia del Partido Revolucionario Institucional, y su primer anuncio como contendiente fue: "Los gobiernos emanados del PRI deben de ser los principales responsables de tener espacios de transparencia y rendición de cuentas (…) El partido debe de ser un vigilante de que sus gobiernos reflejen los ideales y compromisos sociales y políticos del partido".
0 comments:
Publicar un comentario