ESPECIAL
EL NARCO EN EL FÚTBOL MEXICANO
José SÁNCHEZ LÓPEZ
La infiltración del narcotráfico en el balompié nacional y en otros
deportes en México, no resulta nada nueva, data desde hace lo menos
una década.
Hace 14 años, en 2003, narcotraficantes, paramilitares y jefes de la
guerrilla de Colombia, "invirtieron" millones de dólares en el futbol
mexicano, conforme a archivos incautados por la Fiscalía General de
Colombia a un importante capo de las drogas.
Pero el asunto va más allá del fútbol, ya que desde ídolos del boxeo
mexicano como Julio César Chávez González, considerado como uno de los
mejores del mundo y el "Bebé" Gallardo; el goleador de la selección
nacional Jared Borgetti, Rafael Márquez Álvarez, dueños de equipos de
futbol y promotores, forman parte de los personajes que han sido
relacionados con el narcotráfico.
Ahora, con los señalamientos del Departamento del Tesoro de los
Estados Unidos en contra del ícono del fútbol, Rafa Márquez y de Julio
César Álvarez Montelongo, conocido en la farándula como "Julión
Álvarez"; vuelve a resurgir la añeja relación entre figuras famosas,
de distintos y variados ámbitos con personajes de la delincuencia
organizada.
Hace ya varios años, la cadena de noticias RCN de Colombia, dio a
conocer que la Fiscalía General de esa nación, investigaba sobornos e
inversiones que hubieran hecho narcotraficantes mexicanos y
colombianos en clubes del balompié azteca, sobre todo entre los años
2003 y 2006.
Según el medio sudamericano, varios líderes del crimen organizado
colombiano como Juan Carlos Ramírez Abadía "El Chupeta", Diego León
Montoya Sánchez "Don Diego", exlíderes del Cártel del Norte Valle,
detenidos en 2007, así como Jorge Mario Ríos Laverde "El Negro",
invirtieron millonadas en equipos del fútbol mexicano.
Los equipos mexicanos Necaxa, Santos, Puebla y Salamanca, fueron
señalados como implicados en la recepción de dineros provenientes de
los grupos paramilitares, que forman parte del narcotráfico en
Colombia.
Tirso Martínez Sánchez, alias 'El Futbolista', capturado en León,
Guanajuato, había sido dueño de los equipos Irapuato, Celaya y
Querétaro. Fue acusado de introducir 76 toneladas de cocaína a Estados
Unidos.
Algunos de los beneficiados por los capos de la droga, fueron el
"empresario" José Martínez, uno de los alias del capo Raúl Flores
Hernández, "El Tío", quien incriminó a Rafael Márquez y a "Julión
Álvarez, así como el promotor Guillermo Lara, mediante transacciones,
sobornos y pagos del narcotráfico.
"El Negro", realizó dos pagos al cuadro Salamanca - Segunda División
de México ya desaparecido - uno por 880 mil dólares y otro por 875 mil
dólares, mientras que "El Tío" fue relacionado con la propiedad de
clubes como Irapuato y Querétaro a cambio de 10 millones de dólares
para lo cual utilizó a prestanombres.
Otro de ellos fue el empresario argentino, Carlos Ahumada Kurtz,
cuando era dueño de los equipos León y Santos, al recibir del crimen
organizado 94 mil dólares, lo mismo que el promotor de jugadores,
Guillermo Lara quien llegó a recibir un pago de un millón 200 mil
dólares. Actualmente, Ahumada es el presidente del Club Estudiantes de
San Luis, de la Asociación de Futbol Argentino.
Guillermo Lara desmintió la versión, su empresa fue incluida en la
lista Clinton, una clasificación hecha por la Oficina de Control de
Bienes Extranjeros colombiana, que incluye a personalidades ligadas
con el narcotráfico. Antes la Federación Mexicana de Fútbol lo había
declarado no grato para el fútbol nacional.
Cabe recordar que a Lara se le relacionó con el caso del futbolista
colombiano Carlos Álvarez, del Necaxa, detenido en el aeropuerto del
DF, el 11 de abril de 2003, cuando pretendía abandonar el país con 1
millón de dólares.
El Universal publicó el 8 de junio de 2009, que líderes del crimen
organizado colombiano afirmaron que sus homólogos mexicanos "lavaban"
dinero a través de los clubes y los equipos involucrados fueron
América y Cruz Azul.
Un año antes, en el 2008, fueron detenidos en las instalaciones del
Club América, seis elementos del equipo Mapaches de Nueva Italia,
Michoacán, por su supuesta vinculación con la venta de drogas, así
como de lavado de dinero.
De la misma manera, ha figurado el Club Deportivo Morumbi, cuya razón
social era "Guerreros Autlán", que juega en la Segunda y Tercera
División mexicana, dicho equipo registró a Raúl Flores Hernández como
su presidente ante la Federación Mexicana de Futbol hasta el verano de
2008.
Por otra parte, una de las nueve empresas de Rafael Márquez,
involucrado por "El Tío"; tiene entre sus socios al ex jugador Juan
Carlos Zárate Chávez, actual técnico, ex director del Atlas y de los
Cimarrones y Venados de Mérida.
Asimismo, "El Tío" fue señalado como propietario de los equipos
Irapuato y Querétaro, que desaparecieron en el Clausura 2004, luego de
recibir una compensación de 10 millones de dólares, sin que nunca se
identificara realmente al dueño de ambos clubes.
En otro caso, Daniel Andrés Gómez, futbolista de las fuerzas básicas
de los Xolos, fue detenido en el paso fronterizo entre Tijuana y San
Diego cuando intentaba cruzar un cargamento de metanfetaminas hacia
los Estados Unidos.
Otro caso igual o más penoso que el de Rafa Márquez, fue el de Jared
Francisco Borgetti Echavarría, otro de los máximos goleadores del
fútbol mexicano.
Jared Borgetti fue uno de los invitados especiales a la fiesta
infantil de uno de los nietos del mayor de los Arellano Félix,
Francisco Rafael que había sido repatriado a México luego de cumplir
una condena en los Estados Unidos, por narcotráfico.
El evento, realizado el 18 de octubre de 2013, en un exclusivo hotel
ubicado en Los Cabos, Baja California Sur, se desarrollaba sin
incidentes, cuando uno de los payasos participantes en el show, se
aproximó a la mesa donde estaba el mayor de los Arellano y le disparó
en cinco ocasiones. Su muerte fue instantánea. El crimen permanece
impune y no hubo repercusión moral alguna para el jugador.
Omar "El Gato" Ortiz, ex portero de Monterrey, entre otros equipos de
la Liga MX, está preso por formar parte de una banda de secuestradores
ligada al Cartel del Golfo.
Figura también el caso de los Mapaches de Nueva Italia, equipo de la
Segunda División, que en 2008 fue desafiliado de la Federación
Mexicana de Fútbol, luego de comprobarse que su dueño era Wenceslao
Álvarez, socio del narcotraficante Servando Gómez "La Tuta", líder de
los "Caballeros Templarios".
Álvarez, junto a miembros del plantel y jugadores, fueron detenidos en
el Club América, en la Ciudad de México, mientras los Mapaches jugaban
contra una filial de las Águilas.
Ahora es Rafael Márquez, la máxima figura del fútbol mexicano en el
siglo XXI, quien es señalado por presuntos vínculos con el
narcotráfico, como prestanombres del "Tío", el futbolista ha negado
las acusaciones, pero la investigación prosigue y como la menor de sus
consecuencias, está el acabar definitivamente con su brillante carrera
deportiva.
Una de las nueve empresas de Rafa Márquez, tiene entre sus socios al
ex jugador JUAN CARLOS ZÁRATE CHÁVEZ, actualmente técnico. Dirigió al
Atlas y recientemente a los Cimarrones y Venados de Mérida y en otra
de las empresas sancionadas, el Grupo Deportivo Márquez Pardo, el
ahora cuestionado Márquez, aparece como socio de Pável Pardo Segura,
otra gran figura del balompié mexicano.
Pero no nada más el ámbito del fútbol ha sido tocado por el narco
también el boxeo mexicano.
Uno de los casos más emblemáticos, desde la década de los noventas, es
el del incomparable púgil, Julio César Chávez González, quien aparecía
en fotografías al lado de Amado Carrillo Fuentes, "El Señor de los
Cielos" y de Juan José Esparragoza Moreno, "El Azul"; ambos capos del
Cártel de Juárez.
En los videos de sus peleas, se puede observar a Francisco Rafael
Arellano Félix, "La Pancha", el mayor de la dinastía Arellano,
fundador del Cártel de Tijuana, que acompañaba al famoso boxeador como
uno más de sus séconds, independientemente de que era uno de los más
asiduos clientes a la discoteca "Frankie Oh", propiedad del narco.
Se dijo que Francisco Rafael fue detenido por la Policía Judicial
Federal, en una de las casas propiedad del púgil y en el caso de Julio
César Junior, implicado en hechos de adicción, está casado con Frida
Muñoz, quien fue pareja sentimental de Édgar Guzmán, hijo de Joaquín
"El Chapo" Guzmán.
En abril de 1995, en el hotel Holiday Inn de Toluca, Estado de México,
Julio César, comía con varios invitados, entre ellos Jesús el "Bebé"
Gallardo, su amigo, compadre y sparring, preso algún tiempo por sus
presuntos nexos con miembros del Cártel de Tijuana.
Cuando JC se levantó para ir al baño, varios gatilleros abrieron fuego
contra Gallardo y lo asesinaron. Se determinó que los asesinos habían
sido contratados por Ramón Arellano Félix, a pedimento de Emilio
Valdés Mainero, brazo derecho del poderoso narco.
En esa ocasión, pudo más la mistad de Julio César que el compadrazgo
con el "Bebé" Gallardo, pues a pesar de que fue del conocimiento
público la autoría intelectual del culpable del crimen, JC guardó
silencio.
Así, podemos observar que desde hace décadas el narcotráfico ha
extendido sus tentáculos en diferentes círculos y estratos de la
sociedad mexicana, por lo que es tiempo que el gobierno mexicano actúe
no sólo contra los "lavadores" o testaferros, sino contra los capos de
la droga, enfocando sus baterías a debilitar su estructura financiera,
que es donde más los afectaría.
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EL NARCO EN EL FÚTBOL MEXICANO
José SÁNCHEZ LÓPEZ
La infiltración del narcotráfico en el balompié nacional y en otros
deportes en México, no resulta nada nueva, data desde hace lo menos
una década.
Hace 14 años, en 2003, narcotraficantes, paramilitares y jefes de la
guerrilla de Colombia, "invirtieron" millones de dólares en el futbol
mexicano, conforme a archivos incautados por la Fiscalía General de
Colombia a un importante capo de las drogas.
Pero el asunto va más allá del fútbol, ya que desde ídolos del boxeo
mexicano como Julio César Chávez González, considerado como uno de los
mejores del mundo y el "Bebé" Gallardo; el goleador de la selección
nacional Jared Borgetti, Rafael Márquez Álvarez, dueños de equipos de
futbol y promotores, forman parte de los personajes que han sido
relacionados con el narcotráfico.
Ahora, con los señalamientos del Departamento del Tesoro de los
Estados Unidos en contra del ícono del fútbol, Rafa Márquez y de Julio
César Álvarez Montelongo, conocido en la farándula como "Julión
Álvarez"; vuelve a resurgir la añeja relación entre figuras famosas,
de distintos y variados ámbitos con personajes de la delincuencia
organizada.
Hace ya varios años, la cadena de noticias RCN de Colombia, dio a
conocer que la Fiscalía General de esa nación, investigaba sobornos e
inversiones que hubieran hecho narcotraficantes mexicanos y
colombianos en clubes del balompié azteca, sobre todo entre los años
2003 y 2006.
Según el medio sudamericano, varios líderes del crimen organizado
colombiano como Juan Carlos Ramírez Abadía "El Chupeta", Diego León
Montoya Sánchez "Don Diego", exlíderes del Cártel del Norte Valle,
detenidos en 2007, así como Jorge Mario Ríos Laverde "El Negro",
invirtieron millonadas en equipos del fútbol mexicano.
Los equipos mexicanos Necaxa, Santos, Puebla y Salamanca, fueron
señalados como implicados en la recepción de dineros provenientes de
los grupos paramilitares, que forman parte del narcotráfico en
Colombia.
Tirso Martínez Sánchez, alias 'El Futbolista', capturado en León,
Guanajuato, había sido dueño de los equipos Irapuato, Celaya y
Querétaro. Fue acusado de introducir 76 toneladas de cocaína a Estados
Unidos.
Algunos de los beneficiados por los capos de la droga, fueron el
"empresario" José Martínez, uno de los alias del capo Raúl Flores
Hernández, "El Tío", quien incriminó a Rafael Márquez y a "Julión
Álvarez, así como el promotor Guillermo Lara, mediante transacciones,
sobornos y pagos del narcotráfico.
"El Negro", realizó dos pagos al cuadro Salamanca - Segunda División
de México ya desaparecido - uno por 880 mil dólares y otro por 875 mil
dólares, mientras que "El Tío" fue relacionado con la propiedad de
clubes como Irapuato y Querétaro a cambio de 10 millones de dólares
para lo cual utilizó a prestanombres.
Otro de ellos fue el empresario argentino, Carlos Ahumada Kurtz,
cuando era dueño de los equipos León y Santos, al recibir del crimen
organizado 94 mil dólares, lo mismo que el promotor de jugadores,
Guillermo Lara quien llegó a recibir un pago de un millón 200 mil
dólares. Actualmente, Ahumada es el presidente del Club Estudiantes de
San Luis, de la Asociación de Futbol Argentino.
Guillermo Lara desmintió la versión, su empresa fue incluida en la
lista Clinton, una clasificación hecha por la Oficina de Control de
Bienes Extranjeros colombiana, que incluye a personalidades ligadas
con el narcotráfico. Antes la Federación Mexicana de Fútbol lo había
declarado no grato para el fútbol nacional.
Cabe recordar que a Lara se le relacionó con el caso del futbolista
colombiano Carlos Álvarez, del Necaxa, detenido en el aeropuerto del
DF, el 11 de abril de 2003, cuando pretendía abandonar el país con 1
millón de dólares.
El Universal publicó el 8 de junio de 2009, que líderes del crimen
organizado colombiano afirmaron que sus homólogos mexicanos "lavaban"
dinero a través de los clubes y los equipos involucrados fueron
América y Cruz Azul.
Un año antes, en el 2008, fueron detenidos en las instalaciones del
Club América, seis elementos del equipo Mapaches de Nueva Italia,
Michoacán, por su supuesta vinculación con la venta de drogas, así
como de lavado de dinero.
De la misma manera, ha figurado el Club Deportivo Morumbi, cuya razón
social era "Guerreros Autlán", que juega en la Segunda y Tercera
División mexicana, dicho equipo registró a Raúl Flores Hernández como
su presidente ante la Federación Mexicana de Futbol hasta el verano de
2008.
Por otra parte, una de las nueve empresas de Rafael Márquez,
involucrado por "El Tío"; tiene entre sus socios al ex jugador Juan
Carlos Zárate Chávez, actual técnico, ex director del Atlas y de los
Cimarrones y Venados de Mérida.
Asimismo, "El Tío" fue señalado como propietario de los equipos
Irapuato y Querétaro, que desaparecieron en el Clausura 2004, luego de
recibir una compensación de 10 millones de dólares, sin que nunca se
identificara realmente al dueño de ambos clubes.
En otro caso, Daniel Andrés Gómez, futbolista de las fuerzas básicas
de los Xolos, fue detenido en el paso fronterizo entre Tijuana y San
Diego cuando intentaba cruzar un cargamento de metanfetaminas hacia
los Estados Unidos.
Otro caso igual o más penoso que el de Rafa Márquez, fue el de Jared
Francisco Borgetti Echavarría, otro de los máximos goleadores del
fútbol mexicano.
Jared Borgetti fue uno de los invitados especiales a la fiesta
infantil de uno de los nietos del mayor de los Arellano Félix,
Francisco Rafael que había sido repatriado a México luego de cumplir
una condena en los Estados Unidos, por narcotráfico.
El evento, realizado el 18 de octubre de 2013, en un exclusivo hotel
ubicado en Los Cabos, Baja California Sur, se desarrollaba sin
incidentes, cuando uno de los payasos participantes en el show, se
aproximó a la mesa donde estaba el mayor de los Arellano y le disparó
en cinco ocasiones. Su muerte fue instantánea. El crimen permanece
impune y no hubo repercusión moral alguna para el jugador.
Omar "El Gato" Ortiz, ex portero de Monterrey, entre otros equipos de
la Liga MX, está preso por formar parte de una banda de secuestradores
ligada al Cartel del Golfo.
Figura también el caso de los Mapaches de Nueva Italia, equipo de la
Segunda División, que en 2008 fue desafiliado de la Federación
Mexicana de Fútbol, luego de comprobarse que su dueño era Wenceslao
Álvarez, socio del narcotraficante Servando Gómez "La Tuta", líder de
los "Caballeros Templarios".
Álvarez, junto a miembros del plantel y jugadores, fueron detenidos en
el Club América, en la Ciudad de México, mientras los Mapaches jugaban
contra una filial de las Águilas.
Ahora es Rafael Márquez, la máxima figura del fútbol mexicano en el
siglo XXI, quien es señalado por presuntos vínculos con el
narcotráfico, como prestanombres del "Tío", el futbolista ha negado
las acusaciones, pero la investigación prosigue y como la menor de sus
consecuencias, está el acabar definitivamente con su brillante carrera
deportiva.
Una de las nueve empresas de Rafa Márquez, tiene entre sus socios al
ex jugador JUAN CARLOS ZÁRATE CHÁVEZ, actualmente técnico. Dirigió al
Atlas y recientemente a los Cimarrones y Venados de Mérida y en otra
de las empresas sancionadas, el Grupo Deportivo Márquez Pardo, el
ahora cuestionado Márquez, aparece como socio de Pável Pardo Segura,
otra gran figura del balompié mexicano.
Pero no nada más el ámbito del fútbol ha sido tocado por el narco
también el boxeo mexicano.
Uno de los casos más emblemáticos, desde la década de los noventas, es
el del incomparable púgil, Julio César Chávez González, quien aparecía
en fotografías al lado de Amado Carrillo Fuentes, "El Señor de los
Cielos" y de Juan José Esparragoza Moreno, "El Azul"; ambos capos del
Cártel de Juárez.
En los videos de sus peleas, se puede observar a Francisco Rafael
Arellano Félix, "La Pancha", el mayor de la dinastía Arellano,
fundador del Cártel de Tijuana, que acompañaba al famoso boxeador como
uno más de sus séconds, independientemente de que era uno de los más
asiduos clientes a la discoteca "Frankie Oh", propiedad del narco.
Se dijo que Francisco Rafael fue detenido por la Policía Judicial
Federal, en una de las casas propiedad del púgil y en el caso de Julio
César Junior, implicado en hechos de adicción, está casado con Frida
Muñoz, quien fue pareja sentimental de Édgar Guzmán, hijo de Joaquín
"El Chapo" Guzmán.
En abril de 1995, en el hotel Holiday Inn de Toluca, Estado de México,
Julio César, comía con varios invitados, entre ellos Jesús el "Bebé"
Gallardo, su amigo, compadre y sparring, preso algún tiempo por sus
presuntos nexos con miembros del Cártel de Tijuana.
Cuando JC se levantó para ir al baño, varios gatilleros abrieron fuego
contra Gallardo y lo asesinaron. Se determinó que los asesinos habían
sido contratados por Ramón Arellano Félix, a pedimento de Emilio
Valdés Mainero, brazo derecho del poderoso narco.
En esa ocasión, pudo más la mistad de Julio César que el compadrazgo
con el "Bebé" Gallardo, pues a pesar de que fue del conocimiento
público la autoría intelectual del culpable del crimen, JC guardó
silencio.
Así, podemos observar que desde hace décadas el narcotráfico ha
extendido sus tentáculos en diferentes círculos y estratos de la
sociedad mexicana, por lo que es tiempo que el gobierno mexicano actúe
no sólo contra los "lavadores" o testaferros, sino contra los capos de
la droga, enfocando sus baterías a debilitar su estructura financiera,
que es donde más los afectaría.
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