Guerra comercial entre EEUU y China//
Dave Lafferty, Estratega en Jefe de Mercados de Natixis IM
La preocupación acerca de las iniciativas del Presidente Donald Trump en política exterior, particularmente en el tema comercial, estuvieron en segundo plano en mayo pasado –pero no se desvanecieron del todo. La postura de Trump se ha vuelto cada vez más combativa, detonando una guerra comercial entre EEUU y China que está generando incertidumbre en los mercados y está empezando a dañar al sector empresarial.
A continuación, algunas consideraciones acerca de la actual guerra comercial, su papel y repercusiones a medida que se aproximan las elecciones intermedias a principios de noviembre.
Los aranceles se convierten en una realidad
¿Está Trump jugando de acuerdo con las reglas?
¿Empezará China una huelga de compra de bonos del Tesoro?
La amenaza a las cadenas de suministro globales
Los aranceles se convierten en una realidad
Hasta hace 5 o 6 semanas, percibía el discurso agresivo de Trump contra el intercambio comercial como mera demagogia que apuntaba a convertirse en una estratagema para ganar concesiones comerciales modestas. Detrás del fanfarroneo, seguramente su instinto a favor de la libre empresa reconocería que revertir el sistema de comercio global perjudicaría a EEUU y la economía global, sin dejar de mencionar que podría minar los beneficios de sus reducciones fiscales. Finalmente, creía que lo que deseaba Trump eran "pequeñas victorias" que pudiera presumir a su base populista en el Medio Oeste, pero que en realidad no quería causar ningún daño.
Hoy día, me siento menos optimista. El discurso comercial de Trump se ha tornado más perverso en semanas recientes. Trump ha duplicado sus aranceles y propone restricciones a la inversión china (CFIUS) y los aranceles han pasado de ser una "propuesta" a una realidad. La noticia más reciente, que Trump está activamente considerando su salida de la OMC, es preocupante. Sería casi imposible (y el impacto a los negocios y la legislatura sería enorme), pero el hecho de que incluso se haya hablado de ello ya asusta. Destaca lo poco que este presidente entiende el valor del intercambio comercial global.
Trump ya acuñó la famosa frase de "las guerras comerciales son fáciles de ganar." Esto es un sinsentido. Nadie gana en una guerra comercial. Incluso, si bien China depende más de las exportaciones que EEUU, también tienen más mecanismos a los cuales recurrir. Tienen dominio sobre el valor del RMB, más de $3 billones en reservas en divisa extranjera, y Xi es efectivamente presidente vitalicio. (el mandato de Trump podría acabar ya a partir de las elecciones intermedias en noviembre si los Demócratas son mayoría en la Cámara de Representantes, lo cual tiene un 60% de probabilidades en este momento).
¿Está Trump jugando de acuerdo con las reglas?
Trump acierta al decir que China no ha seguido las reglas, y ha ignorado por mucho los derechos de propiedad intelectual y en efecto, robado tecnología. Sin embargo, existen mejores formas de defenderse que imponer aranceles, que dañan a todos. Esta es una distinción clave entre la pelea con China y la del TLCAN. En el caso de China, ellos no "juegan bajo las reglas." En el caso de México y Canadá, a Trump simplemente no le gustan las reglas. (ej., el acuerdo comercial).
A manera de evidencia de que Trump se ha vuelto más combativo en términos comerciales, ahora han surgido pequeñas facciones dentro del Congreso que buscan limitar su autoridad comercial. Miembros del Senado y la Cámara de Representantes tiemblan cuando las empresas empiezan a hablar de despedir trabajadores, tal como Harley Davidson. La Cámara de Comercio de EEUU (la mayor asociación empresarial en el país) inició una campaña contra la política arancelaria de Trump. El discurso comercial, que se ha convertido en acciones, está generando incertidumbre y empieza a dañar a la iniciativa privada.
La inflación y los mayores precios son la menor de mis preocupaciones. En los últimos 20+ años, las cadenas de suministro se han integrado más globalmente. Trump representa la mayor amenaza al comercio global desde la creación de la OMC. Las materias primas para la manufactura, la mano de obra de todo el mundo y los servicios (como la banca, la gestión de activos, consultoría, etc.) están integradas a nivel global. Una disrupción en estas cadenas de suministro mundial es un riesgo aún mayor que el valor del dólar en los mismos aranceles. EEUU simplemente no puede alejarse del sistema comercial global en un intento mal dirigido de reducir su déficit de cuenta corriente.
¿Empezará China una huelga de compra de bonos del Tesoro?
Un riesgo mayor, pero más remoto (menos probable), es que las discusiones comerciales contagien a los mercados de capital. La cuenta corriente (importaciones vs. exportaciones) tiene un efecto espejo en la cuenta de capital (flujos de portafolio e inversión extranjera directa) lo que tiene implicaciones en la divisa y las tasas de interés. En efecto, China vende muchos más bienes a EEUU de los que le compra, pero también compra mucha deuda del Tesoro estadounidense que mantiene nuestras tasas de interés bajo control. Probablemente, China no inicie una huelga de compra al Tesoro –esto causaría que su divisa se apreciara demasiado, pero destaca cómo esto podría contagiar a las tasas de interés y al tipo de cambio, lo cual a su vez podría tener un efecto aún mayor en el crecimiento de EEUU.
La amenaza a la cadena de suministro global
A partir de lo anterior, ya observamos que China está gestionando el RMB a la baja. En los últimos 3 meses, y desde que la retórica comercial ha ganado impulso, China ha gestionado el RMB casi 6.5% más bajo, en lo que ciertamente es una "devaluación sigilosa" –es decir, más del doble de la devaluación explicita de 3% que golpeó a los mercados en agosto de 2015.
Conclusión
El comercio global ha mejorado gradualmente después de tambalearse levemente en 2014-2016. Esto es una ofensiva que la economía global no necesita, particularmente cuando ya vemos señales de una desaceleración temporal en Europa, Inglaterra, Japón y China. La incertidumbre de una guerra comercial continuará creando volatilidad para los mercados de capital. Habiendo llegado hasta este punto, y realmente aprovechando el asunto de una "separación familiar", Trump se volverá más belicoso, y no al contrario, a medida que se acercan las elecciones intermedias.
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