Ciudad de México a 2 de octubre de 2018.
Peter Gun.
• Hace 50 años en la Plaza de las Tres Culturas se cometió un crimen de Estado
• Se luchó contra el autoritarismo tal y como hoy lo hacen estudiantes.
En el marco del 50 aniversario del movimiento estudiantil del 68, el diputado Jesús Martín del Campo, presidente de la mesa directiva del primer Congreso de la Ciudad de México y uno de los líderes más importantes de aquel movimiento, señaló que pese al tiempo transcurrido aún no se ha hecho justicia.
Martín del Campo recordó aquella tarde en que en la Plaza de las Tres Culturas las luces de bengala, lanzadas desde un helicóptero, fueron la señal de ataque. La tropa avanzó y cumplió su cometido con fiereza, como si de esa operación dependiera el futuro del gobierno. Como resultado hubo centenares de muertos y heridos que quedaron tendidos en la plaza y más de dos mil asistentes llevados a presión, entre ellos él.
"Viví esa experiencia en mi juventud por luchar en contra del autoritarismo y represión tal y como lo están viviendo en este momento los estudiantes universitarios que se han expresado con sensibilidad sobre el mismo tema" apuntó el también diputado.
La masacre del 2 de octubre constituye sin duda, un crimen de Estado. Los sucesivos gobiernos federales no hicieron ninguna investigación y quisieron que el olvido lo borrara todo. "Pese a ello, con el esfuerzo de muchos, de toda una generación de luchadores por la democracia, hemos mantenido viva esa memoria del 68".
Martín del Campo añadió que en aquel entonces los estudiantes buscaban tener mayor libertad de expresión y mostraban su malestar contra el autoritarismo tal y como ahora lo hacen los universitarios quienes además requieren de mayor seguridad en sus planteles.
Así mismo agregó: "Hace 50 años el entonces presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, prometió que tendería la mano a los estudiantes, pero el 2 de octubre los traicionó.
"En este recinto el presidente Díaz Ordaz, el primero de septiembre de 1968 dijo que tendía la mano al movimiento estudiantil y el mes de septiembre fue cuando se lanzó la ofensiva del ejército para la toma de las escuelas, la detención de miles de centenares de jóvenes" dijo Martin del Campo.
El legislador quien es sobreviviente de la masacre, recordó el asesinato de su hermano a manos del batallón Olimpia, aquel fatídico 2 de octubre.
"Como muchos otros jóvenes, más de 100, mi hermano fue víctima de las balas de los halcones, que nunca más han de regresar al poder, ni en la ciudad de México, ni en el país, y de eso se encargarán las presentes generaciones", señaló.
"Para tratar cualquier conflicto debe imperar la razón política y el diálogo y no el autoritarismo. Seguiremos luchando porque se haga justicia y se castigue a los responsables del 2 de octubre. Han pasado 50 años y aún hace falta que se haga justicia y se reconozca la culpabilidad de quien ordenó la masacre del 68", finalizó.
Por su parte Alejandro Encinas, recordó la censura que vivieron los medios de la época, los cuales no informaron a los ciudadanos que había ocurrido una masacre en la plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, a excepción de Excélsior.
"El 3 de octubre la prensa oficial con la honrosa distinción del periódico Excélsior de entonces publicaron a 8 columnas: recio combate al dispersar el ejército un mitin de huelguistas, durante varias horas terroristas y soldados sostuvieron un recio combate. Falso", dijo.
En la ceremonia solemne también estuvo Marcia Gutiérrez, quien en 1968 era estudiante de la facultad de Odontología, quien denunció que: "Diferentes fuerzas dentro y fuera del aparato del Estado han querido borrar la memoria histórica, por eso consideramos que la digitalización es fundamental…tenemos que cuidar que estos actos no se petrifiquen".
Y cerró su discurso con un grito de recuerdo para los caídos el 2 de octubre de 1968 "¡Que viva la generación del 68, que vivan los estudiantes!".
Con información de Excelsior
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