SIN LÍNEA
***Difícil hueco deja el ingeniero Raymundo Collins Flores
José SÁNCHEZ LÓPEZ
Hoy su cumplen 138 días de que el ingeniero naval, RAYMUNDO COLLINS
FLORES, asumió la titularidad de la Secretaría de Seguridad Pública de
la Ciudad de México, con lo que concluye su encargo.
En esos cuatro meses y medio, pese a las protestas de timoratos que
exigieron su revocación como jefe de la policía, los elementoss bajo
su mando pusieron a disposición del Ministerio Público a más de 20 mil
presuntos delincuentes y realizaron cerca de 100 mil remisiones de
infractores a los juzgados cívicos.
Su paso como subdelegado de la Procuraduría General de la República y
como subsecretario de Seguridad Pública en el entonces Distrito
Federal, fueron determinantes para combatir, a fondo y no a nivel de
escritorio ni con discursos, el crimen, del orden común y organizado.
Uno de los principales flagelos cuando asumió el cargo, era la
presencia del Cártel de La Unión y su enemigo, el Anti Unión.
La serie de ejecuciones, los descuartizados, los enfrentamientos a
balazos, la extorsión, el cobro de piso y otros fenómenos del crimen
organizado se habían vuelto comunes en la Ciudad de México, al igual
que ocurre en las ciudades fronterizas.
A la fecha está desmantelado el grupo La Unión, desde luego, con la
impirtante participación de las autoridades federales y sólo falta la
cabeza de la Anti Unión, un sujeto de nombre JORGE FLORES CONCHA,
alias "El Tortas", cuya captura se avizora en breve.
Para COLLINS FLORES, estos grupos y otros de menor relevancia fueron
los responsables del 60 y 70 por ciento de la violencia en la ciudad
capital.
En una entrevista concedida al diario La Razón, el ingeniero COLLINS
defendió la política de golpes directos al crimen en las calles y
atribuyó el hecho de que ahora no haya balaceras, ejecuciones ni
descuerttizados, porque se estuvo encima de ellos, se atacó de manera
directa a las bandas, "y si se deja de estar encima va a ocurrir lo
mismo, porque el espacio que deja la autoridad inmediatamente lo ocupa
la delincuencia`.
Fue tajante al afirmar que no debe haber un sólo espacio, una calle o
una colonia en la que la autoridad no pueda entrar y aseguró que al
término de su gestión, no hay una zona en la que no se pueda entrar la
policía.
Su manera de actuar, criticada por muchos que arguyeron violaciones a
los derechos humanos, originó incluso una marcha de supuestos
comerciantes que protestaron por abusos policíacos y exigieron su
renuncia.
No hubo tal, informes de inteligencia revelaron que la marcha había
sido orquestada por narcomenudistas, así que la lucha contra el crimen
continuó con los resultados sabidos.
Uno de los puntos importantes que abordó RAYMUNDO COLLINS en la
entrevista, fue la política de la "puerta giratoria", esto es que los
delincuentes sean detenidos y solamente le den la vuelta a la puerta
para salir inmediatamente.
Tiene que desaparecer esa política, advirtió, es una cuestión de ley.
Hoy, lo que de entrada decide un juez, es si la detención fue legal,
incluso a pesar de que esté a la parte ofendida. Tienes a la mujer que
fue violada o asaltada, al adulto mayor que lo golpearon o al
cuentahabiente que fue asaltado, pero lo que cuenta para el juez es si
el arresto fue legal por parte de la policía.
¿Por qué ese juez no determina primero si el delito existe, si la
parte afectada existe?
Y remata, "es kafkiano que las leyes estén para defender al delincuente".
Un hecho es innegable, hay un cambio notable en la Ciudad de México
respecto a cómo estaba cuando llegó.
En su lugar llega un economista, JESÚS ORTA MARTÍNEZ, cuya experiencia
en el rubro policíaco es haber sido secretario general de la Policía
Federal, pronta a desaparecer para formar parte de la Guardia
Nacional.
Esperemos que su desempeño y rendimiento, se reflejen en el bienestar
de los capitalinos y no resulte que llega a aprender a ser
policía.***EL DESCONOCIMIETO ES MALO, PERO LA IGNORANCIA, FATAL.***AU
REVOIR.
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