POR MARTIN AGUILAR
Tal parece que los alcaldes de Coyoacán, Manuel Negrete y de Tlalpan, Patricia Aceves están cortados por la misma tijera, pese a que ambos funcionarios pertenecen a partidos distintos, en lo que cabe a la corrupción que permean en ambas alcaldías no hay diferencia, ya que en lo que se refiere a las inmobiliarias y a las construcciones son irregulares, porque la mayoría violan el uso de suelo y los permisos de construcción y parecería que una mafia inmobiliaria está detrás de todo.
Vecinos de la delegación Coyoacán y Tlalpan denunciaron que los grandes desarrolladores inmobiliarios han ejercido su influencia en todos los ángulos de gobierno e incluso en comités vecinales, por lo que no se descartan actos de corrupción.
Sostuvieron que han promovido "cambios a las leyes en su beneficio, a través de estar presentes en las cámaras parlamentarias y presionar a los legisladores, incluso usando la corrupción, para que cedan a sus propuestas de cambiar el marco legal del desarrollo urbano para enriquecerse con sus desarrollos".
En ese sentido aseguraron que con la administración pasada, la ley de desarrollo urbano eliminó prácticamente la participación ciudadana, ya que solo la autoridad tiene plenas atribuciones para decidir unilateralmente sobre los cambios en los usos del suelo.
"Somos nosotros los grandes afectados por estas construcciones, es una visión de ciudad especulativa, de negocio, simplemente de hacer más dinero y tener más negocios, de tener más poder y aunque fue un compromiso de Claudia Sheinbaum durante su campaña, esa no es la ciudadanía que estamos buscando no es la ciudadanía que nosotros estamos buscando, no es la ciudad que queremos, alcaldía de Tlalpan ni la alcaldía de Coyoacán que nosotros como ciudadanos exigimos", aseveró.
Los vecinos afectados por los desarrollos inmobiliarios expusieron que las zonas habitacionales pueden ser rápidamente convertidas en sitios comerciales y de edificios con grandes densidades, sin necesidad de la aprobación de los residentes en las "consultas vecinales".
El control total sobre el cambio de zonificación de un predio específico, solo corresponde al gobierno de la ciudad, pero los espacios de incidencia, suelen ser cooptados por comités técnicos donde sólo participa un representante del comité ciudadano por diez representantes del gobierno local.
Reunir a diez funcionarios directivos de varias secretarías y legisladores, señalaron, es complejo, pues están siempre saturados de compromisos. Además, los comités ciudadanos están cooptados por las autoridades del gobierno de la ciudad, dada su política.
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