POR MARTIN AGUILAR
Aunque parecería que la cereza del pastel para su próxima imposición como la primera Fiscal de la Ciudad de México se podría convertir en el beso del diablo para Ernestina Godoy, luego de que el Presidente la definiera como su "fiscal carnal" porque era honesta a toda prueba.
A alguien no le gustó ese abierto espaldarazo, pues de inmediato comenzó a circular la versión de que Godoy tiene contratada a su nuera en la Procuraduría de Justicia de la CDMX, pero que cobra con una plaza en Gobierno.
Y como la PGJ negó cualquier vínculo, en las redes comenzaron a circular fotos de Ernestina acompañada de su nuera, la colombiana Bibiana Astrid Morales Durán, en actos oficiales de la dependencia que encabeza.
Pero no sólo eso, sino que se hizo público un contrato que Morales Durán firmó apenas en 1 de enero pasado como asesora jurídica de la secretaria de Gobierno, Rosa Ícela Rodríguez, a cambio de 192 mil 600 pesos por un trimestre.
El contrato número OSG/1/2019 fue firmado por el director general de Administración y Finanzas de Gobierno, Gilberto Camacho Botello, y tuvo como testigo del acuerdo a la coordinadora de Capital Humano, Laura Sánchez Dávalos.
La difusión de ese chisme debió ser un quita-risas para Ernestina, porque más tardó en conocerse el piropo presidencial, que por las benditas redes difundirse la chambita de casi 200 mil pesos que el gobierno de Claudia Sheinbaum le dio a la nuera de Godoy.
Llama la atención que alguien desde el Zócalo haya hecho el papeleo para que se supiera la historia de la nuera colombiana que cobra asesorías a la 4T, lo cual aumentará el costo para Sheinbaum, que tiene que acatar la orden de darle la Fiscalía.
De por sí Ernestina había salido chamuscada luego de ser "despedida" por Martí Batres a través de un tuit, justo en el momento en que el Congreso local le hacía un traje a la medida para brincar las leyes que le impedían llegar al cargo. Y ahora lo de su nuera…
La copia del contrato salió del propio gobierno, porque sólo tiene las firmas de Bibiana, lo que ratifica la guerra intestina que viven los morenistas en la capital, pues están filtrando las transas de quienes se dicen honestos a toda prueba.
Hay que recordar que la semana pasada quedó al descubierto el intercambio de favores entre Ricardo Ruiz, líder moreno en Donceles, que contrató como secretaria particular a Yuri Hernández, esposa de Alberto Esteva, director de Administración en Álvaro Obregón.
A cambio Diana Benítez –esposa de Ruiz– disfruta de una plaza como aviadora en la Dirección de Ecología de esa alcaldía, en la cual por cierto también Valentina Batres tiene cobrando a su equipo territorial.
Seguramente el tema subirá hoy al pleno y habrá que ver cómo le hace la fracción de Morena para justificar que la honesta Ernestina tenga a la nuera en la nómina gubernamental.
Cada vez está más claro que los morenos de hoy son los perredistas de siempre, pero recargados y con otra piel.
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