En Gustavo A. Madero, las parejas imperiales no le perdonan al alcalde Francisco Chíguil que los haya borrado políticamente el año pasado, por lo que ahora arremeten contra su administración con el único propósito de cobrar revancha política, sin aportar ningún beneficio a los maderenses, no obstante, Chíguil ha preferido dedicarse a gobernar sin hacer caso al ataque político en su contra.
Los mismos trabajadores de la demarcación proponen que se calmen las aguas y se serenen las cosas para seguir trabajando de la mano con las autoridades para mejorar los servicios a favor de la población.
Durante más de un año, el alcalde morenista se ha dedicado a hacer rendir los recursos públicos, eliminando a empresas privadas que solo se llevan los recursos sin cumplir debidamente con lo pactado. Ahora, junto con los trabajadores, operan los programas sociales con el firme propósito de que sean beneficiados quienes menos tienen.
Los demonios del pasado andan sueltos en el SUTGCDMX. No cabe duda que vivir de los demás ha resultado un gran atractivo para quienes durante muchos años usufructuaron los activos del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX) y sus secciones, sin trabajar, por lo que ahora buscan la forma de descarrilar a los dirigentes que realmente han velado por los intereses de sus compañeros.
Al interior de la sección 12 de trabajadores médicos, enfermeras y personal afín del SUTGCDMX, tienen bien identificados a Uriel Carrasco Martínez, Alejandro García Mayén, Martha Malagón y Rogelio Sanabria "El Santanero", como sus verdaderos enemigos, por lo que anunciaron que ya realizan una campaña de convencimiento entre sus compañeros, para no otorgarles ningún voto, brindando su confianza a Héctor Carreón para ganar la elección, porque él sí ha demostrado con pruebas que vela por sus intereses.
La elección para elegir al secretario seccional será a finales de este mes.
Y por si fuera poco, en el área de Comunicación Social, que encabeza Tania Hernández, sus trabajadores ya la denunciaron por ojete y malandra, ya que según cuentan la semana pasada, pidió una coperacha de 450 pesos por cada trabajador para adornar la oficina por los festejos navideños y aunque aquí no acaba esto, los mismos empleados se disgustaron más, ya que les advirtió también que vayan ahorrando para la comida de fin de año, por lo que esto los tiene muy indignados y molestos.
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