Beneplácito el reconocimiento de Guerra Álvarez a trabajadores del TSJCDMX
• Importancia de la base trabajadora
• Quienes dedicamos nuestra vida a la noble labor de impartir justicia, esperamos con expectación el éxito en la encomienda que tiene el actual magistrado presidente, afirma el magistrado civilista Élfego Bautista Pardo
Blas Buendía/ Especial
Tras rendir su primer informe de actividades, el magistrado Rafael Guerra Álvarez ha sido aplaudido por el simple hecho de reconocer a la base trabajadora que hace posible la funcionabilidad del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.
El magistrado civilista Élfego Bautista Pardo, en su análisis Así es el Derecho, detalla una serie de acciones político-jurídicas de extraordinaria importancia para la sociedad, ya que el impartidor de justicia fue líder del entonces Sindicato de Trabajadores del Poder Judicial del Distrito Federal, hoy Sindicato Único de Trabajadores del Poder Judicial de la Ciudad de México.
En su nueva facultad, el jurista destaca que la División de Poderes es pilar fundamental del Estado de Derecho, única forma conocida a través de la historia, para controlar el ejercicio del poder y éste se deposite en quien legisle, quien ejecute y quien dirima las controversias, con base en las leyes promulgadas conforme a procedimiento previamente establecido; cada uno de los Poderes: Legislativo, Ejecutivo y el Judicial tiene la misma importancia y trascendencia que los otros, para la subsistencia del Estado.
Si bien es cierto que las personas que encabezan cada uno de los tres Poderes son fácilmente identificables y se les agradece o reprocha los aciertos o errores cometidos en ejercicio de sus funciones, la realidad es que atrás de ellos hay estela de servidores públicos comprometidos en instrumentar y hacer realidad cada una de las funciones que le compete a cada Poder, y sus derechos y estabilidad en el empleo deben ser prioridad si lo que se busca es el adecuado funcionamiento del Estado.
Lo anterior es fácilmente olvidado cuando nos encontramos en un contexto de austeridad y recortes presupuestarios, como el que vivimos en estos tiempos, y el tema queda reservado a liderazgos gremiales y luchas sindicales, aunque es evidente que quienes conocen el entramado de las instituciones del Estado, saben reconocer la importancia de cada uno de los servidores públicos que colaboran en el funcionamiento de los poderes públicos.
TSJCDMX
Ejemplo de lo cual es el actual presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México (TSJCDMX), quien -hemos visto- desde el primer año de su gestión reconocer el esfuerzo de los empleados de nuestra querida Institución, a quienes conoce a fondo, igual que sus respectivas atribuciones y desempeño, experiencia que adquirió cumpliendo diversas tareas.
Dicho de otro modo: tiene el privilegio de conocer y experimentar la importancia y trascendencia de la labor de cada uno de los empleados del TSJCDMX sin importar su nombramiento. Estar al tanto y reconocer las necesidades y aspiraciones de ellos.
En su primer informe de actividades al frente del Poder Judicial de la Ciudad de México, rendido el pasado siete de diciembre, el magistrado Rafael Guerra Álvarez mencionó que el aspecto más esencial del desarrollo jurídico está en la vida de los justiciables, en la preservación de su dignidad, integridad e identidad, por lo que una de las metas de su gestión es humanizar la función jurisdiccional.
El contexto actual no se vislumbra fácil lograr sus objetivos, pues nos encontramos ante constante percepción de inseguridad, de movimientos y reclamos sociales y de insatisfacciones en lo económico, todo lo cual ha llevado a la ciudadanía a reclamo constante, lo que hace crucial, aún más que antes, la eficacia de la labor judicial, máxime en esta ciudad, donde se dirimen conflictos provenientes de todas las latitudes del país.
Es evidente que el magistrado presidente se ha propuesto y pone en práctica, ser sensible a las incidencias de la vida cotidiana y está dispuesto adoptar una perspectiva que abarque condiciones vitales para el género, edad y cultura de los justiciables en general y de quienes servimos con él en el TSJCDMX en particular, a fin de contribuir a la paz y el orden social, sin soslayar la importancia y trascendencia de reivindicar paso a paso, la libertad y autonomía del Poder que encabeza.
Quienes dedicamos nuestra vida a la noble labor de impartir justicia, esperamos con expectación el éxito en la encomienda que tiene el actual magistrado presidente, pues estamos conscientes del impacto de la labor judicial en la vida particular de cada ciudadano y en el fortalecimiento del Estado de Derecho, lo cual resulta indispensable para sostener el ejercicio democrático que ya arraiga en todo México, concluye Élfego Bautista Pardo, magistrado de la Quinta Sala Civil, Ponencia 3 del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.
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