Natixis IM | Riesgo Geopolítico y mercados-comentario sobre el ataque a Soleimani
Dave Lafferty, Estratega en Jefe de Mercados de Natixis IM, con respecto al ataque a Soleimani y sus repercusiones.
La reacción de los mercados fue al pie de la letra considerando la incertidumbre que emana de los eventos en Medio Oriente -petróleo, oro y rally del yen, además de la venta masiva de acciones.
El dilema ahora es si dicho rally será temporal o si los activos refugio seguirán elevados. Los operadores de la bolsa recuerdan bien la caída de mediados de septiembre cuando el rally del petróleo se desvaneció – casi de la noche a la mañana- seguido de dos semanas después de los ataques a las instalaciones de producción sauditas.
El asesinato de Soleimani es más difícil de descifrar. En el caso de los ataques de septiembre a las instalaciones petroleras sauditas, la dinámica de la oferta se reconoció rápidamente. Las instalaciones de producción sufrieron menos daño y volvieron a estar en funcionamiento más pronto de lo que se temía originalmente. En este caso, sin embargo, las implicaciones para la oferta son mucho menos claras. Es probable que la reacción de Irán y la potencial represalia sean cuidadosamente calculadas y podrían influir durante un periodo de tiempo mucho más prolongado.
Esto deberá mantener la prima de riesgo geopolítica a niveles elevados en los mercados petroleros en las próximas semanas. Dicho riesgo podría exacerbarse porque la administración de Trump –que hasta este ataque había dudado en responder – ha aumentado sus riesgos. El riesgo de un enfrentamiento directo entre EEUU e Irán podría ser menor, pero va en aumento. Al menos, los riesgos de una represalia de Irán conllevan el riesgo de desencadenar una dinámica de ojo por ojo en toda la región. Como siempre, el verdadero comodín en las noticias de Medio Oriente es quien puede sufrir un efecto potencial.
Todo esto tiene lugar en un entorno donde la oferta y la demanda en los mercados petroleros globales parecía estar a punto de encontrar un equilibrio. La volatilidad de los precios se colapsó después del ataque de septiembre a Arabia Saudita y ha permanecido razonablemente baja durante Noviembre y Diciembre.
La apuesta libre de riego en el rendimiento de los bonos, no obstante, parece exagerada. Hasta no ver la reacción, si acaso la hay, por parte de Irán, hay muy pocas razones para creer que esto afectará a la economía real. Al margen, los elevados precios del petróleo, si se prolongan, podrían eventualmente filtrarse a través de la inflación general.
En los mercados bursátiles, el asesinato de Soleimami se percibe como una conveniente excusa para obtener ganancias en una clase de activo que ha registrado un excelente desempeño, pero que pocos aprecian a las valoraciones más recientes.
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