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jueves, 24 de junio de 2021

La Barriada/Martín Aguilar/No hay que cantar victoria

Tras haber ganado la alcaldía Cuauhtémoc como candidata del PRI, integrante de la alianza Va por México en la CDMX, Sandra Cuevas estuvo a nada de vestirse de Morena, pero de último momento recibió la orden de aguantar.

 

Cercana al senador Ricardo Monreal, la alcaldesa electa analizó en serio la posibilidad de abandonar la oposición, sobre todo después de que los morenos culparon al zacatecano de haber operado en contra de Dolores Padierna. 


La historia inició con la nominación de la esposa de René Bejarano como candidata oficialista en Cuauhtémoc, a pesar de que el alcalde Néstor Núñez —otro muchacho de Monreal— había manifestado su intención de reelegirse.

 

Ante el rechazo a sus aspiraciones, debido al pacto de Claudia Sheinbaum con la pareja de las ligas, los liderazgos afines a Néstor advirtieron que operarían en contra de Lola, de quien empresarios, comerciantes, ciudadanos y militantes no tenían el mejor concepto.

 

Aunque en un inicio nadie en la 4T creyó que el matrimonio podría ser derrotado, conforme se acercaban las elecciones empezaron a ver que la cosa se estaba poniendo difícil, por lo que lanzaron un grito de auxilio al Zócalo.

 

Fue así que, una semana antes de las elecciones, Monreal fue llamado a Palacio Nacional para recibir la sugerencia de apoyar a Claudia en la CDMX, lo que, por supuesto, incluía no meterle el pie en la Cuauhtémoc.

 

Ante tan amable petición, el zacatecano instruyó a su equipo a apoyar a Dolores, pero los líderes territoriales no se entusiasmaron mucho, y si bien no operaron en contra, tampoco lo hicieron a favor.

 

La realidad es que la operación se le fue de las manos al clan Bejarano-Padierna y la oposición los barrió. Para justificar su fracaso quisieron culpar al senador, cuando esa candidatura morena desde el principio tenía un alto índice de rechazo.

 

Como prueba de buena fe, avanzó la idea de vestir a Cuevas de morena. Es más, se tomó la decisión, pero como en esos días el Presidente denunció en su mañanera traiciones internas, el equipo del zacatecano prefirió recular, pues lo contrario habría sido aceptar su traición.

 

Por eso cuando los alcaldes de la alianza anunciaron la integración de un bloque para interactuar con Sheinbaum, la única que no se unió fue Sandra, que aún deshojaba la margarita.

 

Finalmente no dio el paso hacia la 4T, pero está muy claro que trabajará para ellos o, en todo caso, quien le indique su referente político o, mejor dicho, su patrón.

 

Mientras tanto será muy interesante ver cómo se desarrollan las acciones en el territorio, pues Lola ya anunció que no se irá y que, por el contrario, dedicará los próximos años a hacer trabajo político para rearmar su grupo.

 

La cosa es que quien tiene la alcaldía define hacia dónde van las acciones, programas y favores, lo que le abre más posibilidades de consolidar una estructura político-electoral eficiente.

 

Y será El Sereno, pero lo cierto es que la alianza capitalina se tambalea en Cuauhtémoc. 


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