Rebeca Marín
El Banco de México empezó a normalizar la tasa de interés a partir de junio, a pesar de la resistencia mostrada anteriormente. El Banxico se vió forzado a subir la tasa dada la creciente tendencia inflacionaria, aunque aún se afirma que ello no representa el inicio de un ciclo de alzas.
La resistencia a subir la tasa se debe a la persistencia por seguir apoyando a la economía y al temor de que pueda arruinar la recuperación.
Sin embargo, la economía aún puede aguantar tres alzas más de la tasa de referencia en el año, dado que las condiciones aún quedarían alrededor de la neutralidad monetaria.
La economía enfrenta un ambiente de persistente alza inflacionaria, en donde la inflación general ha rebasado 6% y la subyacente está por encima del límite superior de 4%.
Además de los choques externos de precios y el funcionamiento parcial de algunas cadenas productivas, el exceso de liquidez monetaria es también un factor principal detrás de la persistencia inflacionaria.
Desde el último recorte de la tasa de referencia en febrero, algunos miembros del banco aún pugnaban por recortes adicionales a pesar de la evidente alza inflacionaria.
En junio, el regreso de la inflación general a la marca de 6% y la persistente tendencia alcista de la subyacente obligaron a tres miembros a votar por el primer recorte, mientras dos votaron por mantenerla.
La esperanza de que el rebote inflacionario sea transitorio se mantiene viva en todos los miembros. Algunos de los cuales aún argumentan que posiblemente no sea necesario volver a subir la tasa de referencia, aún si la inflación se mantiene alta pero dentro de la trayectoria esperada, la cual revisaron a la alza.
Además de la persistencia de algunos miembros por mantener las tasas bajas para ayudar a la economía, existe el temor de que tasas más altas puedan debilitar la recuperación económica, lo cual no tienen mucho sustento porque las condiciones aún seguirán siendo laxas.
Para que el alza de tasas empiece a restringir la actividad económica, se necesita que las condiciones monetarias se muevan a terreno restrictivo. Actualmente la política monetaria continúa siendo expansiva aún con la primera alza de tasas.
La estimación de las condiciones de neutralidad monetaria, en función de la inflación estructural, indica que la tasa de interés real se encuentra 100 puntos base por abajo de la tasa neutral real, confirmando que la política monetaria es aún expansiva.
Para que las condiciones monetarias alcancen la neutralidad, la tasa de referencia nominal debería estar alrededor de 5%, nivel que no restringe ni estimula a la economía. Esto quiere decir que la economía aún aguanta tres alzas más de 25 puntos base y ello aún le permitiría avanzar a su tasa natural determinada por la capacidad productiva existente.
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