Rebeca Marín
El huracán "Grace" impactó el jueves la costa del Caribe mexicano, unos cuantos kilómetros al sur de los antiguos templos mayas de Tulum, dejando algunas casas sin techo, a miles de personas sin servicio eléctrico y manteniendo a los turistas fuera de las playas de arena blanca y aguas cristalinas.
La tormenta de categoría 1 ya había dejado lluvias torrenciales a su paso por Haití, Jamaica y las Islas Caimán antes de dirigirse a un impacto directo con la Riviera Maya, corazón de la industria turística mexicana. El vórtice de "Grace" tocó tierra al sur de Tulum a las 04:45 horas de la mañana, hora del centro de México, con vientos máximos sostenidos de 130 km/h (80 mph), según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Conforme se adentraba en la Península de Yucatán, "Grace" se debilitó a tormenta tropical la tarde del jueves con vientos máximos de 85 km/h (50 mph). El meteoro, sin embargo, estaba a punto de salir de tierra firme y dirigirse al Golfo de México, donde presumiblemente recuperará categoría de huracán. Su centro se ubicaba unos 85 kilómetros (50 millas) al noreste de Campeche y avanzaba con dirección oeste a 24 km/h (15 mph).
Los meteorólogos señalaron que es posible que el meteoro impacte nuevamente con fuerza de huracán la costa mexicana en el centro del Golfo, hacia la noche del viernes o primeras horas del sábado.
En Tulum, algunas familias pasaron horas de angustia resguardándose de árboles caídos y escombros.
Alrededor de las 02:00 horas de la mañana del jueves, mientras el ojo de "Grace" se ubicaba sobre la costa, Carlos González tomó a su hijo de 18 meses y salió corriendo de su casa junto a su esposa para dirigirse a una escuela pública habilitada como albergue.
La luz de su celular los ayudó a abrirse camino en las oscuras calles.
"Lo único que me quedó es lo que tengo puesto", dijo el albañil de 35 años. "Yo sabía que mi casa no iba a soportar porque era de cartón. Cuando vino el viento me dio mucho miedo y preferí salir".
Miguel Ángel García decidió quedarse. El jueves usó un machete para cortar el tronco de un árbol que cayó sobre el techo de su casa.
"Se vino el viento y nos dijeron que nos fuéramos a la escuela, pero no nos dio tiempo porque ya se venían los árboles", dijo el mesero de 33 años. "Preferimos quedarnos y no salir a la calle y que sea lo que Dios quiera".
Muchas calles quedaron bloqueadas por las ramas y árboles caídos que derribaron tendido eléctrico, dejando a miles de personas sin luz.
La mayoría de los negocios permanecieron cerrados, y los pocos que abrieron registraron largas filas de residentes a la espera de comprar tortillas y otros alimentos.
El Gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, dijo que la tormenta había dejado sin suministro eléctrico a unas 84 mil personas en Cancún y a otras 65 mil en Playa del Carmen, Cozumel, Puerto Aventura y Tulum. El funcionario indicó que hasta el momento no se tienen reportes de víctimas fatales.
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