Martín Aguilar
Cuidamos con brigadas diarias todo el territorio de Milpa Alta; tenemos un verdadero control de bosques, poblados, milpas y sembradíos, además, la organización comunal y familiar se mantiene saludable.
Durante el programa Del Pasado al Futuro, conducido por Rosalía Buaun y Tony Mancuso, acompañado por el Director Editorial de la Revistas Cúspide y Liberal Metropolitano, tuvieron como invitados a los líderes comuneros de Milpa Alta, Horacio Francisco Chavira Reyes, el profesor Manuel Terán Manterola, Oscar Chávez Vázquez y a la Bióloga Carmen Robles Romero.
Dijo que como comuneros se resisten al proyecto de cruzar transversalmente su territorio de bosques y campos de cultivo con una autopista de seis carriles, la Arco Sur. Defienden su agua, sus bosques y un modo de vida que el abrumado habitante urbano bien podría envidiar.
Sus funciones principales son resistir y negociar, basarse en la legislación vigente y litigar cuando es necesario, mientras se rigen por sus propios acuerdos y leyes tradicionales. Viven en paz y en resistencia, dentro de la ley federal, pero sin dejarse. Las asambleas, siempre representativas y legítimas, toman las decisiones.
Como se sabe Milpa Alta ocupa casi 20 por ciento de la Ciudad de México, ubicada a mayor altura que el valle y rodeada de pequeños volcanes que delimitan y dan identidad geográfica a toda la región, un enclave entre Morelos, estado de México y las delegaciones Xochimilco, Tláhuac y Tlalpan. Comuneros jóvenes y mayores se turnan para hablar.
Por su parte, la Bióloga Carmen Robles Romero afirmó que Milpa Alta cuenta con una rica producción alimentaria, la protección ambiental efectiva, la organización comunal por encima de los partidos políticos, el cuidado y control de sus tierras, el respeto vivo a sus tradiciones milenarias sin renunciar a los beneficios de la modernidad y hay un dron para vigilar sus bosques y una sólida experiencia jurídica.
Detalló que la comunidad de Milpa Alta constituye un núcleo agrario en los términos del artículo 27 constitucional, que integra la comisión de medios de la representación de bienes comunales. Los pueblos del núcleo –Ozotepec, Atocpan, Ohtenco, Tecoxpa, Miacatlán, Tepenáhuac, Tlacotenco, Tlacoyucan y Villa Milpa Alta– son copropietarios de las tierras comunales y los comuneros son iguales en derechos y obligaciones.
Robles Romero, comentó que los bienes comunales abarcan la mayor parte del territorio de la delegación, ya que en sus costados, sobre todo al occidente, hay ejidos también indígenas, pero con diferente conformación agraria, y dos pueblos principales. Pese a que con Cuauhtenco sostienen una disputa ya centenaria por una fracción de algo más de seis mil hectáreas, la convivencia es cordial, así como con Tecomiti al norte.
Oscar García Vázquez, añade que habiendo conflicto de límites no resueltos e incluso acentuados por el gobierno, los bienes comunales no pueden tener comisariado; por lo tanto, los pueblos constituyen una representación. Como tal hemos tramitado decenas de amparos, el más reciente contra la construcción que el delegado quiere hacer junto a la iglesia, aquí en el centro de Villa Milpa Alta.
Confirmó que la principal batalla jurídica de la comunidad es contra la Constitución de la Ciudad de México y expone que no pueden aceptar una Constitución que no reconoce la propiedad de la tierra comunal ni el patrimonio propio y colectivo. Su artículo 3 señala como 'principio de la ciudad' el respeto a la propiedad privada y no a la comunal y ejidal: una aberración".
Por el Prof. Manuel Terán Manterola, detalla las violaciones de la nueva legislación contra la Constitución federal y tratados internacionales firmados por México, por lo cual han interpuesto dos amparos, uno en febrero de 2016, antes de promulgarse la nueva ley, y el segundo en marzo de 2017.
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