Martín Aguilar
El sistema de justicia penal para adolescentes es un instrumento particular, con características propias y mecanismos diferenciados, que se enfrenta a diversos retos en el aparato de justicia mexicano.
Durante el programa "La Voz Judicial", conducido por Jadira Armendáriz en ausencia de Rosalía Buaún y Tony Mancusso, acompañado por el Director Editorial, Lino Calderón, tuvieron como invitado a la Maestra Elia Varenka González Aguirre Juez de Control y Enjuiciamiento de Justicia Penal para Adolescentes del Sistema Procesal Acusatorio
González Aguirre, señaló que ante las modificaciones normativas constantes que privilegian la punitividad sobre la reinserción social, este sistema debe continuar con los pilares con los que fue creado, ya que, a diferencia del sistema de justicia penal, en él se involucran menores de edad, quienes tiene una protección a su esfera jurídica de acuerdo con sus circunstancias (edad y contexto).
Dijo que por eso existe la Ley para el Tratamiento de menores Infractores, que se refiere cuando el menor a quien se atribuya la comisión de una infracción, recibirá un trato justo y humano, quedando prohibidos, en consecuencia, el maltrato, la incomunicación, la coacción psicológica, o cualquier otra acción que atente contra su dignidad o su integridad física o mental.
Se entiende que los menores infractores serán entonces aquellos sujetos menores de 18 años que manifiesten en su conducta un ataque a los bienes jurídicamente protegidos por la legislación o que adolecen de una naturaleza que los aproxima al delito.
La magistrada comentó que el Consejo tutelar para Menores tiene por objeto promover la readaptación social de los menores de dieciocho años en los casos a que se refiere el artículo siguiente, mediante el estudio de la personalidad, la ampliación de medidas correctivas y de protección y la vigilancia del tratamiento.
González Aguirre afirmó que el principio adversarial es cuando se trata de que el proceso no victimice a la víctima y a los ofendidos que, siendo ya víctima del delito, siga siéndolo de los distintos procedimientos, sus distintas etapas y, de una posible absolución.
De acuerdo a la magistrada., los delitos más comunes entre los adolescentes están el homicidio, seguido de robo agravado y delitos contra la libertad y muchos aceptan haber recibido golpes durante su detención, sin embargo, algunos han admitido haber cometido el delito y cree que el castigo es justo.
Señala que las sanciones aplicables a los adolescentes a quienes se les haya declarado su responsabilidad penal, pueden ser desde la amonestación, imposición de reglas de conducta, hasta la prestación de servicios a la comunidad y la libertad asistida.
González Aguirre añadió que lo que provoca que un adolescente cometa un delito, es que tenga fácil acceso a las drogas, la falta de oportunidades de empleo, salud, educación y espacios para la cultura y el deporte, la desintegración familiar, la impunidad, entre otros factores, componen el contexto en el que nace y crece la delincuencia juvenil y a veces hay algunas señales que pueden advertir del "peligro".
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