Rebeca Marín
Las relaciones entre China y los países de América del Norte (México, Estados Unidos y Canadá) no es un juego de suma cero, y no hay ninguna razón para pensar que el crecimiento del país asiático pueda representar un daño para la región norteamericana, aseguró Ma Zhen, vocero de la embajada de China en territorio mexicano.
El pasado jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió a sus homólogos de Estados Unidos, Joe Biden, y de Canadá, Justin Trudeau, sobre la amenaza comercial que puede representar China para la región. Por ello, planteó la necesidad de hacer el bloque más fuerte.
"No hay ninguna razón para pensar que el crecimiento de China representa un daño a la región. En realidad, China y Norteamérica están vinculados en la cadena productiva internacional. Somos más socios que competidores, tenemos mucha complementariedad económica, basta con ver el comercio entre China y México, que ha experimentado un importante aumento en los últimos años, tanto en la exportación como en la importación", expuso.
El diplomático explicó que al menos en lo que hace a los productos e insumos que México importa de China, fortalecen la industria maquiladora del país y muchos de éstos se convierten en la exportación mexicana a otros países.
"Los productos chinos bajan el costo de la producción en la región norteamericana e incrementan beneficios de las empresas y trabajadores. No hay duda de que China es una oportunidad para Norteamérica", dijo Zhen.
China, añadió, nunca busca, de manera intencional, ocupar una gran proporción del mercado y marginar a otros países.
El portavoz de la embajada defendió que su país es un ancla para garantizar la integridad y vigor de la cadena productiva y suministro mundial, por lo que resulta más valioso cooperar con China que competir, lo cual puede ayudar a inyectar mayor dinamismo a la economía mundial y regional, estimulando la recuperación.
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