Martín Aguilar
El dirigente del Nuevo Grupo de Comercios Ambulantes Democráticos del Centro Histórico, Mayolo Juan Martínez denunció que fue víctima de los taxis piratas y no fue apoyado por policías de la SSC, pese a que solicito su ayuda, pero por indiferencia no quisieron apoyarlo y se hicieron de la vista gorda.
Todo sucedió el sábado pasado, cuando al filo de las 10 de la noche el dirigente gremial recibió una desagradable noticia de que un familiar muy cercano a él había fallecido de manera repentina y para llegar más rápido optó por tomar un taxi rumbo a Xochimilco, sin darse cuenta que era pirata y aunque el ruletero le notifico que le cobraría lo que marcará el taxímetro.
Al llegar a su destino sobre Periférico Oriente y Canal de Chalco y al momento de pagar, el taxista le dijo que eran 650 pesos, cuando regularmente le cobran menos de 200 pesos, por lo que Mayolo se negaba a pagar dicha cantidad, porque además de que era demasiado, era una injusticia, pero insistió que le cobran lo justo, porque les dijo que no era la primera vez que tomara un taxi para esos rumbos y por lo mismo ya sabía cuándo tenían que pagar.
Aunque la situación se fue poniendo más tensa a cada momento, Juan Martínez insistió en que le cobraran lo justo, pero el taxista con placas A-75-629 lo amenazó diciendo que si no le pagaba en ese momento le iría peor y a unos metros de distancia había unos elementos de la Secretaría de Seguridad Pública en una patrulla con placas de la CDMX MX-654-C1 a los cuales les pidió apoyo, pero estos no quisieron apoyarlo, argumentando que no era su obligación atender ese tipo de situaciones y los taxistas podrían cobrar lo que quisieran.
Y pese a que no recibió apoyo de los policías, más tarde llegaron más taxistas en apoyo al primero para intimidarlo y que si no pagaba lo que habían dicho le reiteraron las amenazas y aunque el dirigente también recibió apoyo de sus familiares, los ruleteros no se intimidaron, por lo que no estaban dispuestos a ceder.
Siendo que los policías, además de que no querían apoyarlo, se retiraron inmediatamente, dejándolos solos con el riesgo de que Mayolo y sus familiares corrían riesgo de ser agredidos, por lo que al final tuvieron que aceptar pagar los 650 pesos que les indicó el taxista pirata.
Con demasiada ira y prepotencia, el dirigente sintió también rabia al no poder defenderse por la desventaja que tenía y al no ser auxiliado por policías, que se supone que están para proteger y cuidar a la ciudadanía y que al igual que él, cualquier ciudadano puede ser víctima de estos rufianes que se suponen que tienen prohibido circular por no contar con los permisos correspondientes.
Por lo que, el dirigente del Nuevo Grupo de Comercios Ambulantes Democráticos del Centro Histórico les exige a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, al jefe de la policía capitalina, Omar García Harfuch, a la alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada y a los 16 alcaldes de la CDMX a que además de que pongan más vigilancia, también a que la policía capitalina atienda mejor a la ciudadanía.
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