Rebeca Marín
Enero ya está aquí y con él, además de la Rosca de Reyes, llega la temible cuesta de enero, una racha de inicio de año que vacía los bolsillos de muchos mexicanos.
Aunque es muy famoso el término en realidad no es algo que todas las personas enfrenten. La cuesta de enero está asociada al fin de las fiestas y los excesos que con ellas vienen, pero en realidad se produce debido a dos factores principales, por un lado el ajuste de pecios en algunos productos y servicios sumado a malos manejos de tu economía y rezagos en tus finanzas.
Expertos financieros señalan que aunque el aumento en los costos de servicios sí influye en los desajustes de enero, la principal causa de la cuesta de enero es un mal manejo de nuestras finanzas, sumado a que diciembre suele ser un mes de derroche para muchos.
Además en enero se realizan pagos que son sólo una vez al año como seguros, predial, tenencia, además de las tarjetas de crédito que a veces vienen saturadas con las compras decembrinas.
Sí ya estás viendo llegar la cuesta de enero, o creas que todo está perdido, esta etapa es un buen momento para reflexionar sobre tus dinámicas financieras y comenzar a sanearlas.
Aunque suena a cliché, hacer un listado de tus ingresos y egresos (gastos) te permitirá visualizar qué tanto te estas excediendo y en qué gastas más.
Ten presenta la regla 50-30-20, que te permitirá cubrir tus gastos sin desfalcarte. Según esta regla el 50% de tus ingresos es para cubrir tus gastos básicos, como renta, comida, créditos, el 30% es para dispersión, paseos o algún otro gusto que te quieras dar, mientras que el 20% es para crear un fondo de ahorro.
Si ya tienes deudas concéntrate en saldarlas antes de adquirir una nueva y si son varias enfócate en pagar primero las mayores.
Evita usar de más la tarjeta de crédito, recuerda que no es igual a tener efectivo y que tarde o temprano llegará el estado de cuenta que deberás pagar.
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