Quienes saben de esos asuntos, aseguran que bastan un par de semanitas en reclusión para que hasta el más duro se afloje, y al parecer eso está pasando con Nelson Toledo Gutiérrez, hermano del exdelegado en Coyoacán, Mauricio Toledo. Dicen que mientras está en el área de observación y clasificación, el interno se la puede llevar más o menos bien, pero en el momento en que es ingresado a población, todo cambia.
Exfuncionario del Instituto Electoral del Distrito Federal, Nelson fue detenido el pasado 11 de marzo en calles de la Unidad CTM Culhuacán, que era una de las zonas dominadas por su hermano cuando era delegado. Su aprehensión sorprendió, ya que la familia Toledo-Gutiérrez se refugió en Chile desde julio pasado, cuando estaba claro que Mauricio —en ese tiempo diputado federal del PT—, se quedaría sin fuero y sería detenido acusado de delitos graves, como lavado de dinero.
De la familia, originaria del país andino, el único nacido en México es precisamente el también exdiputado local y federal, quien activó su doble nacionalidad para tratar de evitar la extradición. Y justamente porque el actual gobierno capitalino armó una voluminosa carpeta judicial —pues quiere a Mauricio y a sus cómplices tras las rejas—, es que sorprende que Nelson se encontrara no sólo en México, sino en la zona donde regularmente se movía.
Esta detención puede complicar la situación legal de todo el clan refugiado en Chile, sobre todo la del exdelegado, ya que su defensa se basa en asegurar que es un perseguido político del gobierno mexicano, y por tal motivo no procedería su extradición. Tras el arresto de su hermano, Mauricio declaró que esa acción demostraba la persecución que tanto él como su familia sufren por parte de la 4T, por lo que no puede ser entregado a las autoridades que lo reclaman.
Pero casualmente, cinco días después del ingreso de Nelson al Reclusorio Oriente, se dio a conocer el cateo a una lujosa propiedad de cinco hectáreas en San Miguel Xicalco, en Tlalpan, con canchas de basquetbol, futbol, salón de fiestas y amplios jardines. De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, Toledo obtuvo esa propiedad en 2011, valuada entonces en 16 millones de pesos, cuando era diputado federal y sus ingresos fiscales no coincidían con sus egresos.
Además de ese rancho, el exdiputado habría adquirido otros dos inmuebles en la alcaldía Benito Juárez. Uno en la colonia Santa Cruz Atoyac, con valor de 7 millones 550 mil pesos, y otro en la colonia Letrán del Valle, de 3 millones 900 mil pesos, entre otros más. Por ese motivo, la Fiscalía capitalina lo acusa también de enriquecimiento ilícito.
Los que conocen del caso, aseguran que quien ha corroborado la información y está aportando otra es Nelson, que estaría siendo apretado en la prisión para que revele todos los secretos no sólo de su hermano, sino de la familia, pues dicen que siempre han sido muy compartidos.
Con estos nuevos descubrimientos, se caería el argumento de que se trata de una persecución política en contra del clan, pues les están acumulando pruebas.
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