Rebeca Marín
Los empresarios de la Ciudad de México denunciaron que con el cambio a Semáforo Verde y conforme la población empieza a regresar a la normalidad, la delincuencia ya está plenamente reactivada, principalmente en el caso de la extorsión a los comercios.
"A pesar de que la percepción de inseguridad en la Ciudad de México registró un descenso durante la pandemia, con el regreso a la nueva normalidad se han incrementado los actos delictivos, sobre todo la extorsión en comercios de la zona centro de la capital, que es el tipo de delito que más afecta a los negocios", explicó Gerardo López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Pequeño Comercio y la empresa Familiar AC (ConComercio-Pequeño).
Explicó que el modus operandi es distinto: "Lo pueden hacer a través de llamada telefónica, se hacen pasar por proveedores que exigen el pago de un adeudo, así como por inspectores o funcionarios de gobierno que solicitan a los comerciantes el pago de una cantidad a cambio de no imponerles una multa".
Además, dijo que después de dos años de pandemia y una caída en ventas de más de 90%, los comercios de la Ciudad de México han recuperado sólo 40% de esa pérdida, ya que la mayoría todavía están pagando las deudas contraídas durante la etapa de confinamiento.
Comerciantes y locatarios de mercados públicos señalaron que, además de la lenta y débil reactivación económica, el sector productivo es castigado con el nuevo Régimen de Confianza que genera mayor desconfianza e incertidumbre entre los contribuyentes.
López Becerra estimó que sólo en la zona de Bucareli y Monumento a la Revolución cerraron definitivamente al menos 100 locales comerciales y un número incuantificable de espacios de oficinas han quedado vacíos.
Lamentó el abandono en que se encuentra la zona de Bucareli, cuando hasta hace unos años era una de las zonas comerciales más importantes y rentables de la ciudad.
Por su parte, la doctora Beatriz Álvarez Salas, presidenta del Colegio de Médicos Veterinarios Zootecnistas de México, que agrupa a veterinarias y estéticas, informó que las iniciativas que analiza el Congreso de la CDMX para prohibir la venta de animales, así como la restricción de animales en zoológicos, gallística y tauromaquia, criminaliza actividades productivas de las que dependen miles de familias en una extensa cadena de valor.
Aseguró que limitar la venta de animales no solo afecta a quienes los venden, sino también a los profesionales dedicados al cuidado de la salud animal, a toda una industria dedicada a la elaboración de alimentos para animales, así como a criadores certificados, cuya labor es esencial para la conservación y preservación de las especies.
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