En lo que la policía calificó como un ajuste de cuentas, cuatro hombres que se disponían a comer en un restaurante de mariscos fueron brutalmente asesinados a balazos por un par de delincuentes que llegaron en una motocicleta y que haciéndose pasar como repartidores entraron y al tenerlos de frente les dispararon en más de 30 ocasiones con armas de fuego.
Mientras que los cuatro hombres, que según se dijo, sin que hasta el momento se haya confirmado, al parecer eran escoltas o policías, cayeron heridos de muerte, los presuntos homicidas pistola en mano se abrieron paso y ante los gritos de terror de clientes y empleados salieron del restaurante para darse a la fuga a toda velocidad.
Los hechos que costaron la vida de estos cuatro hombres, hasta el momento desconocidos, se registraron minutos antes de las tres de la tarde de este jueves, en el interior del restaurante de mariscos con razón social "Puerto Ángel", ubicado sobre el Boulevard Ojo de Agua, en la colonia del mismo nombre, en este municipio.
Autoridades policíacas informaron que de acuerdo con las versiones que dieron empleados del restaurante, los ahora occisos acaban de llegar y esperaba a que fueran atendidos, cuando fueron sorprendidos por dos sujetos que llegaron en una motocicleta y que haciéndose pasar como repartidores entraron al negocio.
Una vez en el interior, dijeron, dichos sujetos sorpresivamente sacaron armas de fuego y sin darles tiempo de nada, asesinaron a sus víctimas, al dispararles en repetidas ocasiones.
Mientras que los cuatro hombres cayeron instantáneamente muertos a un costado de su mesa, en medio de los gritos de terror e histeria de clientes y empleados, los presuntos homicidas salieron corriendo para darse a la fuga y a pesar del fuerte dispositivo policíaco que se originó en toda la zona para ubicarlos y detenerlos, no hubo suerte, pues escaparon sin dejar pistas de su paradero.
Al tener conocimiento de los hechos, mientras que policías estatales y municipales acordonaron toda la zona, el agente del Ministerio Público se presentó en el lugar, donde una vez que realizó las primeras inspecciones oculares informó que los occisos quedaron tirados a un costado de su mesa y que presentaba múltiples balazos en varias partes de su cuerpo, al parecer de pistolas calibre .9 milímetros, pues en toda la zona se encontraron al menos 30 casquillos percutidos de dicha arma.
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