La "Cumbre de la Democracia Electoral", fue escenario para denunciar el hostigamiento desde el poder contra el Instituto Nacional Electoral (INE).
Su presidente Lorenzo Córdova Vianello, reveló datos contundentes que configuran sistemáticos ataques contra.
El funcionario presentó porcentajes desde diciembre de 2018, hasta el 27 de mayo de este año.
Durante las 19 conferencias de 2018, el Presidente Andrés Manuel López Obrador atacó siete veces al INE.
Para 2019 y en 252 mañaneras, el mandatario denostó en 49 ocasiones al Instituto Electoral.
La cifra se elevó casi al doble en 2020, pues en 254 conferencias, el Presidente arremetió en 80 contra el organismo electoral.
En 2021 -año electoral- durante 244 conferencias, el mandatario elevó las críticas a 116, lo que indica que casi cada tercer día cuestionó al INE.
A seis meses de iniciado 2022, López Obrador no bajó la guardia y de 100 conferencias, en 47 ofendió a la autoridad electoral.
De ese simple pero certero análisis de contenido se desprende el odio del Presidente hacia el árbitro electoral.
La metralla de críticas desde Palacio Nacional, Lorenzo Córdova la definió en cuatro vertientes.
Primera: descalificación verbal, discursiva y pública desde los circuitos del poder.
Segunda: uso del brazo coercitivo del Estado o la amenaza para presionar a las autoridades electorales.
Tercera: asfixia presupuestal para acotar la autonomía y poner en riesgo su capacidad operativa.
Y cuarta: la amenaza de replantear el sistema electoral, incluyendo controles del gobierno y socavar los partidos.
Lo grave de todo esto es que las descalificaciones no vienen de la oposición inconforme, sino desde el poder.
Sorprende –dijo Córdova- que sea el Presidente, quien busque exterminar al INE y los acuse de conspirar contra la democracia.
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