La reactivación que se está logrando es sólo a nivel de la economía informal, donde un trabajador no deja su día por menos de 8 mil o 10 mil pesos, por lo que gana en cuatro o cinco días lo que a un empleado formal gana en 15, e incluso en un mes.
Así lo señaló Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), al destacar que seis de cada 10 trabajadores laboran en la economía informal, sin seguridad social, sin pago de impuestos y sin ningún esquema de ahorro para su jubilación.
Sin embargo, Rivera explicó que por un punto de venta ambulante un trabajador informal debe pagar a los grupos de comerciantes una cuota diaria de entre 50 y 200 pesos; por un lugar semifijo, entre 500 y mil pesos, y por uno fijo, de 2 mil a 3 mil pesos al día.
Una de las facturas de la pandemia de Covid-19 es que sumergió la economía en una profunda recesión; de ahí la urgencia de reactivar las actividades productivas que permitan recuperar los más de 2 millones de empleos perdidos y el ingreso de las familias, para fortalecer su poder adquisitivo en un momento en el que la inflación incrementa los precios de los alimentos, complicando el consumo esencial, indicó.
"La población ocupada en México es de 57.5 millones, de los cuales 32 millones laboran en la informalidad, siendo Oaxaca la entidad con la mayor tasa, pues 80 por ciento de sus trabajadores se ocupan en este campo; en Guerrero y Chiapas, 70 por ciento; Chihuahua y Baja California son los que presentan una menor informalidad, con 33% por ciento.
Cuauhtémoc Rivera señaló que los principales nodos de distribución de la mercancía de contrabando del país, sin duda, son la Pulga Río en Monterrey, el Mercado San Juan de Dios en Guadalajara y Tepito en la Ciudad de México".
Lo boyante del mercado informal en México se explica por la pobreza, toda vez que actualmente, siete de cada diez mexicanos no le alcanza para poder comprar la canasta básica de alimentos, "y a más pobreza, mayor informalidad", aseguró Rivera.
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