Martín Aguilar
Integrantes del Consejo Indígena y Popular de Guerrero -Emiliano Zapata (CIPOG-EZ), detuvieron la caravana del presidente Andrés Manuel López Obrador, en las inmediaciones del poblado de Papaxtla, en el crucero de Colotepec, municipio de Chilapa de Álvarez, y pidieron justicia.
Al concluir su visita a la cabecera municipal, la comitiva se dirigió al municipio de Tlapa de Comonfort, por la carretera federal, pero minutos antes de las 17 horas un contingente de Indígenas nahuas, que integran el CIPOG-EZ, de manera pacífica los retuvo y el presidente los escuchó.
Ahí la señora Concepción Reyes Tolentino, en idioma náhuatl le pidió al presidente Lopez Obrador que libere a su hijo Godofredo Reyes, preso desde hace seis años en el penal de Chilapa "mi hijo no es ningún asesino, si yo supiera que mi hijo es asesino, yo misma lo meto preso o el pueblo mismo lo metería preso".
Dijo que primero lo acusaron de robo, y luego de asesinato.
También le pidió al ejecutivo federal que la Fiscala de Guerrero, se desista de las órdenes de aprehensión en su contra, y de 20 personas más.
Finalmente Jesús Plácido, líder del CIPOG-EZ, denunció ante el presidente de la República, que los grupos delincuenciales Los Ardillos, y los Rojos, son los responsables de la violencia en la Montaña Baja, que ha dejado 46 muertos, y 20 desaparecidos.
En respuesta, el presidente López Obrador, se comprometió a que próximamente el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, visitará esta zona para atender sus demandas, y también le dijo a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, que lo acompañaba en el vehículo, que también atienda sus demandas Les dijo a los indígenas que va a atender sus demandas, y les recomendó que no utilicen la violencia para resolver sus diferencias.
Finalmente los indígenas le entregaron un oficio con la información de la problemática que viven más de 20 comunidades de la Montaña Baja.
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