Rebeca Marín
Mientras abría sus puertas el Centro de Conciliación Laboral de la Ciudad de México, en su edificio sede, en la calle de Dr Andrade lleno de patrullas; decenas de trabajadores despedidos y otros en activo protestaron frente a la sede de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, también custodiada por policías.
Los funcionarios de la JLCA señalaron que están en protesta con las decisiones que está tomando a cabo las autoridades de la institución, cesando de manera injustificada a 10 conciliadores sin motivos y sin fundamento legal alguno así, como varios de otras áreas y juntas especiales, como secretario de acuerdos, auxiliares de trámite, actuarios y auxiliar dictaminadores, a quienes les exigen es la firma de su renuncia, con el argumento de la falta de presupuesto y la extinción de la junta.
Lamentan que en el lugar donde se imparte justicia laboral no respetan los derechos de sus trabajadores.
En diferentes pancartas citaron que es inaceptable la forma en que se está pretendiendo cumplir con la implementación de la reforma laboral, sino una planificación gradual y escalonada, trasgrediendo los artículos transitorios de la propia LFT, en cuanto a los tiempos y derechos laborales de los trabajadores; "todo el personal de la JLCA en conjunto busca día con día la impartición de justicia social, adaptándonos a los pocos recursos que nos brindan y ahora; no consideran la antigüedad ni la preparación,capacitación, el servicio profesional de carrera, lo cual es un atropello a nuestros derechos laborales".
"La extinción de la JLCA no se tiene que materializar pisoteando nuestra dignidad ni nuestros derechos humanos laborales adquiridos".
Consideran que fueron despojados y desalojados del edificio anexo, lo cual pone en riesgo a todo el personal que se encuentra en el edificio principal, "reubicando de lugar las juntas especiales de manera improvisada, amontonando el personal y el mobiliario sin contemplar el daño estructural que ambos edificios tienen a causa de los sismos".
Los trabajadores demandan la reincorporación de sus puestos de trabajo, de los cesados sin causa y fundamento legal alguno.
No más ceses injustificados y respeto a la estabilidad en el empleo.
Consensar el cierre de la JLCA de manera planificada y gradual, donde se respeten los derechos mínimos de los trabajadores, como lo establece el artículos décimo octavo y vigésimo transitorios del decreto de reforma laboral 2019.
Liquidaciones conforme a derecho; que la falta de presupuesto no sea el motivo de violación a sus derechos laborales.
La revisión minuciosa de los expedientes y perfiles por parte de la Contraloría interna de la JLCA, así como de la autoridad competente para tal efecto del gobierno de la CDMX, de todas y cada una de las personas que ingresaron a laborar en la institución bajo la administración de Eleazar Rubio Aldarán, para verificar si cumplen con los requisitos legales del cargo que ocupan.
Igualmente exigieron que se privilegie la seguridad e integridad de personas de la JLCA y se busquen mejores espacios para que la reubicación de cada de cada junta especial.
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