Fwd: La Barriada/Martín Aguilar/El que pega primero

Uno de los dolores de cabeza que a Claudia Sheinbaum le producen más intensidad, es sin duda la alcaldesa en Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, quien le ha ganado cuanto juicio le han intentado iniciar para destituirla.

 

A casi año y medio de las elecciones de 2021, la jefa de Gobierno no acaba de digerir que una desconocida les haya arrebatado el corazón político y económico de la capital.

 

Y es que Sandra no venció a ningunos novatos, sino a los capos del clan encabezado por Dolores Padierna y René Bejarano, con todo y el apoyo oficial en la ciudad.

 

La alcaldía Cuauhtémoc alberga el Palacio Nacional, que hoy es ocupado como vivienda por el presidente Andrés Manuel López Obrador y su familia, y el antiguo Ayuntamiento, sede donde despacha Sheinbaum.

 

Como el clan de las ligas nunca iba a aceptar que una novata los derrotara, culparon a Ricardo Monreal, quien fue enviado a la congeladora por el Presidente.

 

Entre las múltiples acusaciones que han urdido en contra de Cuevas desde el gobierno central está el haber privado —supuestamente— de la libertad a dos mandos policiacos y cachetearlos. La 4T le echó encima el Poder Judicial para intentar destituirla.

 

 

Pensaron que la alcaldesa estaba sola, y al final tuvieron que tragarse su coraje, pues fue exonerada de todos los cargos. Lo mismo ocurrió con temas como haber mandado a borrar bardas con pinturas de arte popular en la alcaldía.

 

Los fallidos ataques de Claudia, por conducto de su carnala Ernestina Godoy, la han hecho no sólo quedar en ridículo, sino que han hecho que la figura de la alcaldesa crezca. Antes de ello nadie la conocía; hoy ya hasta algunos la empiezan a ver como aspirante a jefa de Gobierno en 2024.

 

La 4T no le halla la cuadratura al círculo con ella, pues entre más la atacan, más popular la hacen. Incluso, la vacunan contra futuros ataques, pues se ha creado la percepción de que la persiguen porque no se deja.

 

El más reciente intento por hacerla quedar mal fue clausurarle sus lonas gigantes que colgó en edificios de la alcaldía para promover su Informe de Gobierno. Seguramente los anuncios violentaban la ley, pero hasta parece que fue estrategia.

 

El gobierno colocó sellos de clausura, tan pequeños que no tapaban en lo más mínimo la figura de la alcaldesa, y difundieron las fotos para intentar desacreditar una vez más a Cuevas.

 

Antes de la clausura ni quién se había enterado de que Sandra iba a dar su informe; hoy ya saben, incluso fuera de la Cuauhtémoc, quién es ella; la están haciendo famosa.

 

Ahora se entienden los tuits que Cuevas subió en su cuenta, afirmando que la misión había sido cumplida. Enganchó a la 4T y les ganó de nuevo la partida... Tenía publicidad gratis. 


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