Rebeca Marín
Uno de los rubros en los que más atención ha puesto la Fundación Pablo Landsmanas, brazo humanitario de Corporativo Kosmos, ha sido la inclusión social.
Esto se debe a la preocupante situación que enfrentan personas con algún tipo de discapacidad, cuya exclusión de diversas dinámicas sociales y actividades económicas se ha normalizado sin que haya los suficientes apoyos para este sector de la población.
Datos recabados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en su Censo de Población y Vivienda 2020 registran más de 20 millones de mexicanos con algún tipo de discapacidad, de los cuales un millón y medio padecen alguna condición neurocognitiva. Las personas en esta situación enfrentan todavía más marginación respecto a quienes sufren otros tipos de discapacidad.
Como parte de su responsabilidad social empresarial, Corporativo Kosmos, a través de la Fundación Pablo Landsmanas, ha estrechado lazos con la Confederación Mexicana de Organizaciones en favor de la Persona con Discapacidad Intelectual (CONFE), organismo que es un referente en la lucha por la inclusión de aquellas personas que viven con una discapacidad intelectual.
Dentro de estas acciones, la Fundación realizó un donativo de 10 equipos de cómputo a la CONFE, con el objetivo de apoyar proyectos de capacitación laboral e impulsar la autonomía de quienes padecen alguna discapacidad intelectual. Esta tecnología permitirá a los estudiantes de la institución desarrollar más cualidades y habilidades que el campo laboral demanda en la actualidad.
Para la CONFE, esta donación representa un espacio de educación formal en temas digitales, lo cual brindará a los alumnos conocimientos significativos de cara a su incorporación en futuros empleos, sin importar cuál llegue a ser su ocupación, ya que la gran mayoría de las actividades de hoy en día requieren manejar equipos de cómputo. Asimismo, es un ejemplo de que la tecnología puede impulsar la inclusión social.
La CONFE es una de las organizaciones que más ha luchado para erradicar la falta de oportunidades y procurar la inclusión social y laboral. Y es una labor muy necesaria, ya que, en México, sólo el 8% de los hombres con discapacidad intelectual tiene acceso a empleos remunerados, mientras que en el caso de las mujeres con esta condición, el porcentaje se reduce drásticamente hasta un 2%.
En un mundo donde la era digital se consolida cada vez más, ninguna persona, sin importar su condición, puede quedar al margen de estos avances tecnológicos, ni de la posibilidad de adquirir las habilidades necesarias para dominarlos. Por ello, esta colaboración entre la CONFE y la Fundación Pablo Landsmanas es un paso muy importante en la ruta hacia una sociedad más justa, equitativa y digna.
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