Martín Aguilar
No existen programas sólidos de prevención y combate a las drogas en las inmediaciones de planteles educativos, desde la educación básica hasta las universidades, "ni la promoción de pláticas de concientización son suficientes para combatir este flagelo que exponencialmente va en ascenso y que perjudica al futuro de México", afirmó Magdalena Núñez Monreal.
La Comisionada del Partido del Trabajo de la Ciudad de México, aseguró que, no basta con charlas ni encuentros sobre el consumo y el peligro de las drogas por parte de trabajadores sociales por la profundidad del problema, el cual viene desde las calles, "si no se realiza un reforzamiento severo al proyecto de seguridad contra este delito que atenta a la salud pública".
Señaló que este problema preocupa, tanto a padres de familia como a estudiantes y a la sociedad en general, por el hecho de saber que en las inmediaciones de las escuelas se practica la compra y venta de estupefacientes sin que las autoridades hagan algo al respecto para combatir este delito, sino solamente dejar crecer a la delincuencia.
"Las autoridades federales y del gobierno local, deben realizar con severidad un reforzamiento de acciones y de prevención que atiendan la necesidad de combatir la distribución de estupefacientes en inmediaciones de planteles escolares, y con esto, evitar el acercamiento por parte del sector estudiantil al mundo de las drogas.
"De igual manera, es indispensable el apoyo de diversas instancias del gobierno capitalino para que puedan apoyar a los puntos donde se concentra la venta de drogas con brigadas de apoyo, programas sociales y con operativos de vigilancia", aseveró.
Y es que, de acuerdo con el Instituto para a la Atención y Prevención de las Adicciones en la CDMX (IAPA) e información periodística, la venta de droga ya se encuentra en secundarias y escuelas de nivel medio superior, aunque también hay señalamientos en primarias, además de espacios como parques y deportivos.
De acuerdo con la información, los grupos delictivos en la Ciudad de México operan en 'narcotienditas' ubicadas a sólo unos cuantos metros de centros escolares y estaciones de policías. Emplean a personas mayores de edad adictas a algún tipo de droga, a quienes se les conoce como 'burreros', y que a cambio de alguna dosis aceptan distribuir las mercancías.
La diputada federal del Partido del Trabajo concluyó que el diseño y aplicación de los mecanismos adecuados contra la prevención y erradicación de sustancias tóxicas o estupefacientes en los alrededores de planteles educativos, no garantizan que salvaguarden la integridad física y mental de la población estudiantil, pues hay una falta de supervisión gubernamental y de interés sobre el tema.
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