El Estado de México tiene un estrés hídrico considerado como extremadamente alto y estimado en un 80%, según datos del Instituto de Recursos Mundiales (WRI por sus siglas en inglés) hasta el 2017.
Esta situación acerca el denominado "Día Cero" en la entidad, es decir, el momento en que se deje de tener el suficiente recurso para subsistir, al ser mayor la demanda que la oferta.
Entre las razones para llegar a ese día destacan el acelerado crecimiento poblacional, la contaminación de los acuíferos y su sobreexplotación y el cambio climático.
El WRI define el estrés hídrico como el porcentaje que una ciudad, región o país consume del total de agua de la que dispone anualmente.
De acuerdo con el Atlas de Estrés Hídrico Aqueduct desarrollado por ese instituto, hasta 2019 la entidad mexiquense contaba con un estrés hídrico 4.76 puntos (de 5), con lo cual se posicionó en el quinto lugar en el ranking nacional.
Aunque no se sabe el estatus hídrico específico de cada municipio, informó la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM).
Los estados con mayor estrés hídrico en México según el Instituto de Recursos Mundiales hasta 2019 eran Baja California Sur con 5 puntos, Guanajuato con 4.94, la Ciudad de México con 4.9 y Aguascalientes con 4.81.
De acuerdo con ese Atlas, en el año referido había 23 entidades del país con estrés hídrico alto o extremadamente alto. Además de las anteriores, las que cuentan con ese estatus son Querétaro, Hidalgo, Chihuahua, Zacatecas, Sonora, Sinaloa, Nuevo León, Morelos, Jalisco, Tamaulipas, Colima, Tlaxcala, Baja California, Michoacán, San Luis Potosí, Coahuila, Puebla y Durango.
En tanto que las entidades con menor estrés hídrico en México eran Tabasco con 0.08, Chiapas con 0.84, Oaxaca con 1.22, Campeche con 1.47 y Veracruz con 1.65 puntos.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI la entidad mexiquense contaba con una población de 16 millones 992 mil 418 personas hasta 2020, sólo un 75.1% de las viviendas disponían de agua entubada al interior, el 22.2% tenían agua entubada sólo en el patio o terreno y el 2.6% de las viviendas no contaban con el servicio de agua entubada.
De acuerdo con el vocal ejecutivo de la CAEM, Jorge Joaquín González Bezares, en la entidad no existe una crisis del agua como la que enfrentó el norte del país, pero se requiere eficientar el uso del agua y crear conciencia ciudadana sobre el estrés hídrico que existe.
"No se prevé una crisis hídrica como la están viviendo otros lugares del país, lo cual no implica que todo sea que todo sea color de rosa, hay que seguir cuidando el agua y hay que trabajar muchísimo en el tema de cultura del agua, porque podemos invertir muchísimo dinero en el tema, pero si seguimos desperdiciando agua de nada sirven los esfuerzos que hacemos con los esfuerzos de los ciudadanos", manifestó el funcionario estatal en anterior entrevista.
Entre las medidas a implementar para hacer un uso eficiente del agua destacan el tomar baños cortos, cerrar la llave del agua durante el enjabonado, lavado de manos o cepillado de dientes, reutilizar el agua ocupada en el lavado de ropa, lavar el automóvil con cubeta de agua, no lavar patios o pisos con manguera y el regado de agua con cubeta, entre otras.
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