Los hogares aportaron poco menos de la tercera parte de la riqueza generada en el país en el segundo trimestre del año, mientras que las empresas recuperaron terreno respecto a igual periodo del año pasado, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con el reporte de las Cuentas por Sectores Institucionales Trimestrales, las cuales muestran información referente a las transacciones reales y financieras que realizan los sectores entre sí y con el resto del mundo, los hogares aportaron al producto interno bruto (PIB) de México el 30.8 por ciento del total, dato que observó un retroceso de 2.3 puntos porcentuales respecto al mismo lapso de 2021.
Datos del propio organismo indican que la participación de los hogares mexicanos en las aportaciones al PIB también se ha contraído 6.1 puntos porcentuales en comparación con el abril-junio de 2019, cuando la proporción se ubicaba en 36.9 por ciento.
Las sociedades no financieras, es decir, las empresas que producen bienes y ofrecen servicios no financieros, aportaron de abril a junio pasado el 51.6 por ciento del PIB, es decir, poco más de la mitad de la riqueza de México.
Este sector avanzó 3.6 puntos porcentuales en comparación con el segundo trimestre del año pasado, mientras que respecto a igual periodo de 2019 observó un avance de 1.6 puntos porcentuales.
El gobierno federal aportó el 8.3 por ciento del PIB nacional en el segundo trimestre, dato que mostró una contracción de 0.3 puntos porcentuales frente a igual lapso de hace dos años.
Sin embargo, la participación del sector público en la riqueza del país avanzó 4.0 puntos porcentuales en comparación con el segundo trimestre de 2019.
En la distribución del PIB aún se observó una disparidad proporcional entre los salarios y el excedente bruto de operación, es decir, las ganancias empresariales.
Este último concepto representó 49.2 por ciento del PIB, mientras que las remuneración de los asalariados fue de 26.1 por ciento.
Las ganancias de las empresas observaron un avance de 3.5 puntos porcentuales en abril-junio respecto a igual período de 2019, cuando representaba 45.6 por ciento de la distribución del PIB.
En tanto los salarios representaron 2.9 puntos porcentuales menos frente a el segundo trimestre de hace dos años, cuando su participación era de 29.0 por ciento.
De acuerdo con la economista Norma Samaniego, en su artículo "La participación del trabajo en el ingreso nacional" la proporción de los salarios en países en desarrollo, como es el caso de México, son menores dentro del ingreso nacional.
Caso contrario sucede en economías desarrolladas como Gran Bretaña y Francia, donde mientras las ganancias representan hasta el 40 por ciento, los salarios el 60 por ciento del PIB.
De acuerdo con el Instituto Global McKinsey la disminución de la participación laboral de los ingresos preocupa por la desigualdad, así como por la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores que es necesaria para impulsar la demanda en la economía.
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