Rebeca Marín
Las romerías instaladas en las inmediaciones de los 336 mercados públicos de la Ciudad de México ofertan una gran cantidad de productos a precios económicos, pero incumplen con normas de seguridad como tener instalaciones eléctricas bien establecidas para evitar un incendio, respetar el área definida de trabajo y no vender bebidas alcohólicas.
Los establecimientos están ubicados en calles aledañas a mercados públicos parecidos a los tianguis, y son permitidos por las autoridades capitalinas en épocas como Día de Muertos, Navidad, Año Nuevo y Día de Reyes, pero deben cumplir con normas de seguridad para evitar que ocurran accidentes.
De acuerdo con las Normas para la realización de Romerías en los Mercados Públicos, publicadas el 28 de noviembre de 2002, los comerciantes deben seguir lineamientos como no vender bebidas embriagantes ni cualquier otra en envase de cristal; no hacer uso del servicio de luz de los mercados y de otras instalaciones públicas; no vender o distribuir cohetes; no sujetar los puestos a paredes, árboles, postes o cualquier estructura que pueda provocar un accidente; ni vender artículos piratas.
Estas medidas son para evitar incendios, ya que, incluso la Secretaría de Desarrollo Económico ha tenido pláticas con autoridades de las alcaldías, responsables de supervisar que las normas sean acatadas, y han puesto a disposición un equipo técnico especializado en energía eléctrica para apoyar a las demarcaciones.
Pero la mayoría de los locales comerciales instalados en las romerías incumple con las mínimas normas de seguridad y ejemplo de ello es la ubicada a un lado del Mercado Río Blanco, en la alcaldía Gustavo A. Madero, ya que los puestos roban la luz de los postes públicos y sus conexiones están reparadas con cinta adhesiva.
En esa romería los espacios de los puestos están bien definidos, además, los dedicados a la venta de alimentos cumplen con usar tanques menores a 10 kilos y focos menores a 100 watts, además de prohibir la venta de bebidas alcohólicas.
0 comments:
Publicar un comentario