Martín Aguilar
El presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México, magistrado Rafael Guerra Álvarez, celebró el nombramiento de Norma Lucía Piña como presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Como testigo presencial de su discurso inaugural, afirmó, "quiero decirle que sus palabras resonaron profundamente al interior de nuestra familia judicial, y en especial, de un servidor, pues en nuestras manos recae el futuro de millones de personas".
"En el Poder Judicial de la Ciudad de México escuchamos su llamado y celebramos su visión. Conocemos y apreciamos los valores de su trayectoria como persona humana y como servidora pública. Tenga por hecho nuestra afinidad incondicional, y por consecuencia, nuestra lealtad común a la nación, nuestro pueblo, y al lenguaje universal de la justicia", planteó Guerra Álvarez.
Por ello, "tenga por hecho nuestra afinidad incondicional, y por consecuencia, nuestra lealtad común a la nación, nuestro pueblo, y al lenguaje universal de la justicia".
Mencionó que, comparte profundamente su talante moral y profesional, porque "el presidente Benito Juárez tenía razón: en nuestras libres instituciones, el pueblo mexicano es árbitro de su suerte".
El magistrado añadió que existen coincidencias con los planteamientos del discurso inaugural de la ministra presidenta de la SCJN:
Guerra Álvarez resaltó que comparte el talante moral de la ministra Norma Lucía Piña: "Y cuando busquemos el sabio consejo o el respaldo para encauzar esa libertad, sólo encontraremos la compañía de nuestras convicciones: estudio, sacrificio, reflexión, autocrítica, honradez y empatía. Comparto profundamente su talante moral y profesional porque el presidente Benito Juárez tenía razón: 'En nuestras libres instituciones, el pueblo mexicano es árbitro de su suerte'", concluyó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario