Luego que apenas el jueves pasado, alguna mente brillante del gobierno decidió montar un vistoso operativo, encabezado por el contralor Juan José Serrano, para atender una "denuncia ciudadana" de que en la alcaldía Cuauhtémoc había propaganda hostil contra Sheinbaum.
Salió a la luz que el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, podría ser el as bajo la manga de Morena para ir por la alcaldía Cuauhtémoc, los puros de ese partido sacaron las garras.
No ven nada bien que el exfutbolista pudiera transitar, sobre todo por la estela de corrupción que va dejando en los lugares donde ha gobernado, empezando por Cuernavaca y ahora por todo Morelos.
Cierto que conserva algo de su fama como futbolista del América y de la selección nacional, pero su fama de uña larga es más grande. Ni soñando podrían sostener con él su traqueteado slogan de la honestidad valiente que tanto presumen.
Para tratar de evitar que desde las alturas se los puedan imponer, en Morena ya se soltaron los caballos, que galopan sin ton sin son, en busca de posicionarse para el momento de las encuestas que definirán a los candidatos de la 4T.
El matrimonio Padierna-Bejarano sigue sin digerir la paliza que en 2021 les acomodó la actual alcaldesa, Sandra Cuevas, quien dio tremenda zarandeada a Lola.
El clan de las ligas quiere revancha, sólo que la derrota dejó sus bonos hasta el suelo, ya que después de haber sido tantos años el poder detrás de sus simpatizantes, René Bejarano quedó desactivado al no poder ganar ni una alcaldía; de la ciudad ya ni hablar.
Pero no están solos, pues exiliado de Iztapalapa, donde incluso Clara Brugada lo placeaba con líderes para que lo fueran conociendo, Gabriel García ya se movió para Cuauhtémoc.
El excoordinador de los Cuervos de la Nación, a quienes llaman Siervos, fue echado del territorio y quien se apunta para relevar a Clarita es la coordinadora de Morena en el Congreso de la Ciudad de México, Martha Ávila.
Pero si los bejaranos pensaban que el tiro sería sólo con Gabriel, dicen que Martí Batres también le echó el ojo al territorio, porque de plano sabe que en Benito Juárez, que ha sido uno de sus sueños, no tiene chance.
Pero como en su cabeza mantiene una vela prendida de que pueda suceder a Claudia Sheinbaum, tiene como opción impulsar a Dunia Ludlow, extitular de la Autoridad de Centro Histórico, como su candidata.
En Morena dicen también que no hay que perder de vista al secretario del Trabajo, José Luis Rodríguez, quien tiene entre sus filas al exdelegado Alejandro Fernández y a Roberto El Gordo López, operadores —aunque malos— de esa zona.
Si bien José Luis es relacionado con Magdalena Contreras, donde cimentó su carrera, no se sabe en cuál alcaldía va a ser hombre o mujer, y por aquello de la equidad de género, es mejor ampliar los escenarios.
Pero no sólo en Morena andan alborotados ya por ver quién es capaz de desbancar a Sandra Cuevas; también el PRI ha dejado correr nombres, como el de la diputada federal Cynthia López Castro, para pelear el territorio.
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