A pesar de la fuerza que en ciertos momentos ha tenido la oposición en el Estado de México, que incluso le valió haber ganado municipios importantes y hasta la mayoría del Congreso local, nunca ha podido arrebatar al PRI la gubernatura.
Llámese PAN, PRD o más recientemente Morena, jamás han podido desplazar al tricolor de ese gobierno y, por lo que se ve, esta vez tampoco lo harán.
El territorio mexiquense se les indigesta a los opositores, y Andrés Manuel López Obrador no es la excepción, pues, ya en su gobierno, Morena perdió el año pasado casi todo lo que había ganado en 2018, incluyendo el municipio de Atlacomulco, cuna del poder tricolor local.
El oficialismo irá por segunda vez con Delfina Gómez como candidata, y el MC lo hará con el experredista Juan Zepeda. Ambos derrotados en 2017 por el actual gobernador, Alfredo del Mazo.
Van por la revancha ante un PRI aliado con el PAN y el PRD, que, en junio pasado, recuperó el valle de Toluca y el llamado cinturón azul, colindante con el poniente de la CDMX.
Además de ser hoy más fuertes, está el desgaste de Delfina, quien inició el sexenio como delegada de Programas Especiales en el Edomex, y luego fue secretaria de Educación; en ambos cargos, pasó de noche.
Incluso en el ínter, el Tribunal Electoral la declaró culpable de que, como alcaldesa de Texcoco, le quitara el 10% del salario a sus trabajadores para dárselo al partido que en este tiempo formaba el hoy Presidente.
Aunado a su fama de funcionaria gris y poco honesta, Delfina enfrenta la rebeldía del texcocano Higinio Martínez, su patrón en la política, quien aspiraba a ser el candidato, pero la 4T se decidió por su alumna.
Aunque Higinio ha estado en algunos actos de la maestra, no se ha puesto la camiseta de campaña. Mientras todo el mundo usa camisa blanca con el nombre de la candidata en guinda, él usa normalmente ropa gris; dicen que, al final, la va a dejar sola.
Y los priistas podrían tener otro as bajo la manga si lograran contactar al empresario Carlos Ahumada, famoso por grabar a medio PRD agarrando sus dólares en la época de López Obrador como jefe de Gobierno del DF.
A Ahumada le encanta el dinero, y si bien presentó sólo videos de René Bejarano, Carlos Imaz, Gustavo Ponce y Ramón Sosamontes recibiendo fajos de dólares, tiene a varios personajes que en ese tiempo eran alcaldes de la zona oriente del Edomex.
Hace poco, el argentino denunció que el gobierno de México quería extraditarlo por un supuesto fraude fiscal, pero la 4T se olvidó de todo cuando amenazó con que, si lo seguían fregando, daría a conocer más videos de quienes hicieron negocios con él.
Y es que si Ahumada se soltara el pelo, seguramente más de uno saldría chamuscado en la próxima elección del Edomex.
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