La diputada panista América Rangel presentó ayer en el Congreso de la Ciudad de México lo que ella misma bautizó como la Ley Sandra Cuevas, para impedir que los alcaldes electos democráticamente puedan ser destituidos por alguna falta administrativa.
Aunque la iniciativa va dirigida a resguardar los derechos de los alcaldes de oposición, acosados por la actual administración capitalina, esto beneficiaría igual al partido oficial, sobre todo si en 2024 pierden la ciudad, como se prevé.
Hay que recordar que el año pasado Sandra Cuevas, alcaldesa en Cuauhtémoc, fue separada de su cargo y estuvo a punto de ir a la cárcel, acusada de haber retenido a dos mandos policiacos de su alcaldía, por no haber acatado sus instrucciones.
La alcaldesa se defendió jurídicamente y pudo retomar su cargo, pero desde entonces ha sido presionada de diversas maneras, con la obvia intención de hacerla dimitir. En la 4T no le perdonan haber ganado el territorio que alberga la sede política y financiera de la CDMX.
Pero la Ley Cuevas de la panista Rangel lleva chanfle, pues tiene la intención de blindar a los alcaldes Lía Limón, de Álvaro Obregón; Mauricio Tabe, de Miguel Hidalgo, y Santiago Taboada, de Benito Juárez, que son los principales activos del PAN en la capital.
Y es que los tres han manifestado su abierta oposición a la jefa de Gobierno, con quien la relación se va tensando más, a medida que avanza el proceso político de la sucesión del año entrante.
Este grupo de alcaldes son los que han sido mencionados como probables candidatos, aunque quienes realmente tiene posibilidades son Taboada y Limón, en ese orden.
El gobierno de la ciudad ha presionado a todos los alcaldes de la oposición —agrupados en la UNA—, mediante revisiones a cargo de la Contraloría General de la CDMX, que observa con lupa todas sus acciones.
Lo interesante de esta iniciativa del PAN es que, quizá sin querer, prácticamente "canonizan" a Sandra, pues al bautizarla con su nombre la convierten en una bandera de la lucha por la democracia.
Habrá que ver cómo aprovecha Cuevas este espaldarazo desde el Congreso local, toda vez que la alcaldesa dijo hace unos días que terminando su gestión en la Cuauhtémoc se retiraría de la vida política.
Probablemente, la ley bautizada con su nombre la haga reflexionar sobre su supuesto retiro, pues, al ser cobijada por la oposición, le abre otras perspectivas para mantenerse en la lucha política, sobre todo ante la posibilidad de que Morena pierda la capital en 2024.
Porque si no la hubieran vuelto a ver como una de las candidatas a sustituir a Claudia Sheinbaum, después de esto automáticamente tendrá que entrar a la lista de probables, ya que a los mexicanos les encantan los mártires.
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