Ante la inminente definición de las candidaturas para 2024 en la Ciudad de México, los operadores de los principales suspirantes bajan el cielo y las estrellas a líderes territoriales que quedaron huérfanos de sus partidos para que se pasen con ellos.
En las alcaldías aparecen los coordinadores de las corcholatas capitalinas de Morena prometiendo posiciones a cambio de que ayuden a ganar a sus candidatos para suceder el año entrante a Claudia Sheinbaum.
Y han encontrado un terreno fértil, pues, luego de la paliza que Morena les puso en 2018, los partidos derrotados entraron en crisis, sobre todo el PRD, que durante 20 años gobernó la capital de la República y que de pronto se quedó al borde de la extinción.
Si bien el sol azteca tomó un poco de aire con la victoria aliancista de 2021, lo cierto es que hay territorios donde sus líderes sienten que los candidatos de la alianza, a quienes ayudaron a ganar, no les cumplieron y sólo han recibido malos tratos.
En las diversas alcaldías sobreviven grupos políticos que, sin importar su tamaño, quedaron huérfanos y ansían integrarse a algún nuevo proyecto, por lo que empezaron a escuchar ofertas de los equipos morenistas que llegan con muchos recursos.
Entre los que operan en la CDMX están Jesús Valencia, ex delegado de Iztapalapa, que apoya a Ariadna Montiel, y los hermanos Efraín y Carlos Morales, que buscan posicionar a Rosa Icela Rodríguez.
Porque si en la capital ordenan poner a una mujer, las dos secretarias son las opciones más fuertes para la candidatura, y buscan acelerar su trabajo territorial por si se ofrece. Quieren ir haciendo la vaquita para cuando llegue la definición.
Por el lado de Ariadna nadie duda de que su operador es Valencia, pero donde no está muy claro es del lado de Rosa Icela, pues, aunque los hermanos Morales se promueven como los representantes oficiales, la verdad es que quien se los está comiendo es el procurador fiscal, Arturo Medina.
Desde que coincidió en la Secretaría de Gobierno de la CDMX con la hoy secretaria federal de Seguridad, Medina se ganó su confianza y, poco a poco, se fue comiendo a los hermanos, que frecuentemente vacilan sobre a quién apoyar.
Arturo se les ha metido hasta la cocina, haciendo mancuerna con el secretario del Trabajo del gobierno capitalino, José Luis El Puma Rodríguez, otro que ha mostrado buenas habilidades para la grilla.
Como quiera, mientras los partidos aliancistas no se deciden a pepenar a los huérfanos en los territorios, los morenistas no les hacen el feo y ya se los empezaron a llevar. Ni con eso en la oposición se atreven a dar el siguiente paso.
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