Y a lo mejor es cierto lo que pregonan sobre su limpieza, pero a la vista de todo mundo lucen timoratos y hasta apanicados, pues reciben una cachetada y en lugar de contestar, ponen no sólo la otra mejilla, sino también la mandíbula, el hígado y hasta la nariz para que se las rompan.
Insisten en que su candidato a jefe de Gobierno debe ser el alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada, que ha salido tímidamente a señalar que sí quiere, y que debido a ello es atacado por el gobierno de Claudia Sheinbaum.
Mientras los aspirantes de Morena se promocionan de todas las formas posibles, los panistas se contienen por temor a las reglas electorales, que sus rivales no respetan porque saben que no van a ser sancionados.
A los panistas les falta barrio y eso al final les puede pesar, pues a los chilangos les gusta la gente arrojada, valiente, que siempre está a la ofensiva y no se deja de nada. Y más en un escenario donde el espectro es blanco o negro; buenos o malos.
Un ejemplo de ello es la senadora Xóchitl Gálvez, que no tiene empacho en meterse a una botarga para una sesión del Senado. O de criticar a quien se le pegue la gana, incluso con su florido lenguaje, y eso la ha subido en las encuestas.
La hidalguense no tiene nada que perder, pero trae las faldas bien puestas y sabe cómo jalar los reflectores.
Los panistas prefieren a Santiago, que es de casa y ha hecho un gran trabajo como alcalde en Benito Juárez, pero su indecisión para lanzarse abiertamente a la batalla hace dudar a muchos si en verdad no teme algo y por eso se contiene.
Y es que en la política todo es percepción; la ciudadanía que no está de acuerdo con los gobiernos de Morena necesita un héroe, pero hasta el momento sólo aparece una heroína.
El alcalde tiene que meter el acelerador, al menos para que de aquí a agosto se pueda acercar en las encuestas a la senadora y lo demás lo haga internamente el PAN, para que al final sea él.
De lo contrario sería Xóchitl y todo mundo sabe que no la podrían controlar, pues es una mujer independiente que no se dejaría mangonear por ningún partido, aunque sea el que la lleve al poder.
Parece que al grupo de panistas que lidera el diputado Jorge Romero no le cae el veinte de la oportunidad histórica que le cayó del cielo para consagrarse políticamente, pero que por timoratos se les puede ir.
El único que asoma un poco la cabeza es el diputado Luis Mendoza, a quien se le ve recorriendo la Benito Juárez, a donde quiere llegar en 2024. Incluso, ayer en sus redes subió una foto con varios panistas, donde destaca Federico Döring, coordinador del PAN en Donceles.
Y ése es un mensaje político poderoso, que los panistas deberían replicar por toda la ciudad.
0 comments:
Publicar un comentario