Un tema sensible para la población es el alza de los productos de primera necesidad y los sistemáticos gasolinazos.
Durante su campaña por la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador prometió bajar el precio de la gasolina a 10 pesos.
Hoy el costo del combustible alcanza los 26.09 pesos por litro; es decir, 160.9% más cara, equivalente a un incremento de 16 pesos.
En la recta final de su administración, el mandatario no ha reconocido que falló en su promesa. Le ha mentido tajantemente a los mexicanos.
Por el contrario, presume que todo está mejor que antes; que el pueblo sabio es "feliz". No ha ofrecido disculpa alguna, y mucho menos una explicación.
La monumental mentira se puede observar en cada estación de servicio de cada colonia, barrio, pueblo o ciudad de todo el territorio nacional.
Además, en Estados Unidos la gasolina ha bajado 36%, contrario a lo que aquí sucede al continuar con su constante alza.
Hasta el momento, no hay motivo, razón o fundamento que explique a los mexicanos, porqué en el vecino país del norte el combustible es más barato que en México.
Con solo hacer clic en cualquier motor de búsqueda en Internet, se pueden encontrar los videos donde el Presidente hizo esa falsa promesa.
La bandera del mandatario siempre ha sido "primero los pobres", pero son los más afectados con el alza de la gasolina.
¿Por qué? Simple, eso ha detonado incrementos demenciales en productos de la canasta básica.
Los recursos de sus dadivosos programas sociales, que benefician a unos 23 millones de mexicanos, desaparecen prácticamente en el momento por los precios tan elevados.
Cuando López Obrador llegó al poder en 2018, nuestro país se ubicaba en el tercer lugar con menor pobreza en América Latina.
Para la primera mitad de su sexenio, es decir en 2021, México ya estaba ubicado en el sitio número 13 de las naciones con mayor pobreza.
En resumidas cuentas, la famosa "cuarta transformación" anidó más pobres que las políticas "neoliberales" supuestamente desaparecidas por decreto.
Pero todas las mañanas, en su conferencia matutina, el Ejecutivo dice lo opuesto. Una mentira dicha mil veces que pretende hacer pasar como verdad.
Ello es sólo una muestra del impacto que tiene en la crisis económica el alza galopante de las gasolinas.
Todo eso en la recta final del gobierno que prometió esperanza, transformación y desarrollo. Lo más grave es que cree que es cierto.
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