El tema de los hijos de los presidentes de México siempre ha generado polémica. Con el actual no es la excepción.
Los dos herederos del mandatario están en un torbellino de críticas y acusaciones difundidas profusamente.
Las redes sociales han potenciado los cuestionamientos, sobre todo por los antecedentes no laborales de Andrés y José Ramón López Beltrán.
En el mundillo de la política, es conocido que los hijos del presidente estuvieron metidos en diversas nóminas del gobierno capitalino.
Una de esas dependencias es la Red de Transporte de Pasajeros (RTP), en su momento a cargo de Ariadna Montiel, la secretaria de Bienestar federal.
Al arribo al poder del presidente, le preguntaron a José Ramón a qué se dedicaría. Cándido respondió: "No sé a qué me voy a dedicar".
Al poco tiempo se consagraron como empresarios chocolateros con la marca de su señora madre "Rocío".
José Ramón fue vapuleado hasta el cansancio descubierto habitando una majestuosa residencia en Estados Unidos, nombrada como la Casa Gris.
Estos días se difundió que habitaba un domicilio de la asistente de la directora de La Jornada, Carmen Lira.
Reporteros de Mexicanos Contra la Corrupción, lo esperaron en el exterior del domicilio para conocer su versión. Pero no hubo respuesta.
Después se reveló que amigos de Andy, como se le conoce a Andrés López Beltrán hicieron negocios en la zona donde se construiría el Aeropuerto de Texcoco.
"Es rotundamente falso, que es parte del periodismo —si se puede llamar así— que él ejerce (Carlos Loret), porque en realidad es un mercenario que pertenece al hampa del periodismo.
"Y si tiene pruebas de corrupción, de todo, pues que vaya a la fiscalía; pero no, es la consigna de que la calumnia, cuando no mancha, tizna", respondió el Presidente, quien acotó tajante: "mis hijos no son corruptos".
Durante su conferencia matutina, López Obrador dijo haberles pedido: "Ya le dije a mis hijos: aguanten, no caigan en ninguna provocación".
Después de la retahíla de taques, el Ejecutivo se contradijo al señalar que "la prensa se regula con la prensa, o sea, esa es la regla, libertad".
Sin embargo, se ha mostrado obsesionado con el periodista Carlos Loret, a quien le lanzó un reto que bien haría en tomarlo: "vamos a intercambiar y a aclarar cómo obtuvimos lo que tenemos".
Hasta la fecha nadie sabe, ni tiene detalles de cómo y cuándo adquirió su rancho de Palenque.
El Presidente ya dijo que sus hijos no son corruptos.
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