Rebeca Marín
Cada vez es más frecuente que Profeco cuestione frases o leyendas en los productos que parecen subjetivas, por lo que las marcas tendrían que cambiarlas o quitarlas si no demuestran su veracidad.
Los refrescos Jarritos están en el centro de la polémica. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un análisis entre diversas marcas de refresco y determinó que la marca no comprueba la frase de su eslogan, que dice "¡Qué buenos son!".
"Las marcas con observaciones en sus leyendas tendrían que corregirlas si no las demuestran, pero eso no necesariamente implica que el producto salga del mercado", dijo Profeco a Expansión en un correo electrónico.
Los eslógans son frases que distinguen a los negocios, de acuerdo con el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), que es la misma institución que otorga los registros de marcas, nombres comerciales, denominaciones de origen y los avisos comerciales.
El eslogan "Que buenos son (Sic)" tiene un registro de aviso comercial ante el IMPI desde 1992, con una renovación fechada el 20 de abril de 2002 a nombre de Frutas Concentradas, que también tiene el registro de la marca Jarritos.
El estudio de Calidad de Bebidas Saborizadas (Refrescos), realizado del 28 de noviembre de 2022 al 15 de marzo de 2023, tuvo como objetivo determinar el contenido azúcares, cafeína y edulcorantes no calóricos de 48 productos, así como evaluar la veracidad de la información contenida en los envases de los productos.
Del total de refrescos analizados, 22 adicionan azúcares y edulcorantes no calóricos, ocho sólo adicionan azúcares, 15 son sin calorías y 1 bajo en calorías, de acuerdo con una nota informativa que Profeco dio a conocer.
El análisis determinó que todos los productos cumplen con la calidad sanitaria, pero Jumex Naranjada Frutzzo de 600 mililitros, Zing sin calorías de 3.3 Litros y aMeYaL de dos litros incumplen con el contenido neto declarado en cada unidad.
Sin detallar marcas, la autoridad declaró que cuatro productos ostentan leyendas que no comprueba técnicamente y dos productos presentan leyendas que pueden inducir error respecto a las características del mismo.
Rodrigo Escartin, abogado experto en propiedad intelectual, escribió en un análisis que cada vez es más frecuente que Profeco cuestione estas frases que pueden parecer subjetivas.
"Ante la poca tolerancia de la Profeco a este tipo de frases y estrategias publicitarias cada día se vuelve más necesario revisar, y cuando es necesario, realizar copy advice ante la autoridad competente para no comprometer inversiones millonarias en etiquetas y publicidad", escribió.
Profeco no especifica que Jarritos saldrá del mercado por las faltas detectadas en su eslogan, pero debe cambiar su leyenda o quitarla de sus envases. Pero esto no implica que la marca mexicana deje de comercializarse en tiendas y supermercados, como hasta ahora.
Especialistas consultados advierten que la decisión de la autoridad puede jugar en contra de otras marcas, como Vitacilina, cuya frase que acompaña a la marca es "¡Ah, qué buena medicina!".
"La de Jarritos es una frase de dominio público que no está prometiendo nada. Con esta medida, parece que ahora hay que tener un slogan con base en estudios de mercado", dijo Iván García, director creativo asociado en Rojo Colectivo.
Para Ricardo Robles Pelayo, abogado y académico de la Escuela Bancaria Comercial (EBC), la media podría generar, de forma indirecta, un daño para la propiedad intelectual de la empresa, toda vez que la marca es un activo intangible, que en algunas ocasiones tiene mayor valor que sus activos materiales. "Puede dañar a la marca desde el punto de vista del prestigio que pueda tener. Lo que se debe aclarar es la frase, es lo único que debe subsanar la empresa", declara.
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