El equipo de Claudia Sheinbaum difundió ayer una encuesta interna de Morena, elaborada por la empresa Electoralia, que pone a la exjefa de Gobierno muy por encima de las demás corcholatas en el arranque de la carrera por la candidatura presidencial de 2024.
En rubros como "¿quién considera que es más cercano a Andrés Manuel López Obrador?" o "¿quién tiene más aptitudes para continuar la Cuarta Transformación?", Sheinbaum sale con 41 y 37%, respectivamente.
El segundo lugar de cercanía con el presidente lo ocupa Adán Augusto López, con 25%, seguido por Marcelo Ebrard, con 19. O sea, si la candidatura de la 4T la obtuviera la gente más cercana a Palacio, sin duda Claudia la ganaría.
Lejos de brincar de gusto, los seguidores de la doctora tendrían que estar preocupados por un par de cosas que seguramente su júbilo no les deja ver.
El sondeo muestra a Sheinbaum como una aspirante absolutamente dependiente del presidente de la República. Ése es su principal mérito, no sus habilidades políticas o como gobernante, lo cual le impide marcar diferencias como la promesa de dar su propio sello a la 4T.
Su equipo olvida revisar la pregunta de: "¿a quién considera más cercano a la gente?" Ahí ella cae siete puntos, justamente los mismos que sube Ebrard, o sea, Claudia es más cercana a López Obrador que a la gente.
Si la encuesta que su partido hará en septiembre para definir la candidatura presidencial fuera entre puros militantes de Morena, la exjefa de Gobierno tendría en la bolsa el triunfo. Pero como será a población abierta…
Porque hay otra pregunta muy interesante que el propio equipo claudista difunde: "¿Quién conoce más el país?". Y ahí sí el canciller está arriba 33 a 31.
El dato tiene su importancia, pues quienes saben de estos temas afirman que quien se ha hecho mayor autopromoción es Sheinbaum, además de haber usado la percepción de que era la favorita de Palacio para posicionarse; con el piso parejo, la cosa cambia.
La doctora ya no puede crecer mucho, pues desde hace varios meses está topada e, incluso, ha caído algunos puntos. Los demás pueden subir, sobre todo Marcelo, quien se le está montando a Morena.
El excanciller demostró que sabe leer sus debilidades, pues si los morenistas lo perciben como lejano al presidente, al asegurar ayer que si gana crearía la Secretaría de la 4T para Andy, el segundo hijo de López Obrador, el guiño al pejismo fue mayúsculo.
A pesar de que apenas arrancó la lucha, está claro que el ex canciller se les va a subir pronto y que las demás corcholatas tendrán que ser usadas para que declinen por quien les ordenen en Palacio, a fin de nivelar la balanza.
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