Si Morena realizará hoy su encuesta para designar candidato a la Presidencia de la República en 2024, sin duda Claudia Sheinbaum ganaría, pues la mayoría de los sondeos la ubican arriba de sus contrincantes.
A la exjefa de Gobierno es a quien más convendría que el ejercicio se realizará ya, porque entre más se prolongue, su imagen sufrirá mayor desgaste entre los votantes.
Cuando se cumple la mitad de las precampañas, la popularidad de Sheinbaum no sólo se congeló, sino que además ha venido decreciendo, al tiempo que la de dos de sus rivales viene al alza, aunque no con la fuerza inicial.
Quien en junio había arrancado como bólido fue Marcelo Ebrard, cuya candidatura se apoderó de las pláticas de café. Las primeras mediciones indican que caminaba firme al primer lugar, y que por estos días se notaría.
Pero tras ese espectacular arranque el excanciller desaceleró, si acaso subiendo décimas, que no marcaron diferencia en las encuestas.
Otro que arrancó lento, pero que ha venido escalando posiciones es Adán Augusto López, quien se ve que trae lana para tapizar el país con su imagen, y ya se ubica en un interesante tercer lugar, aunque su crecimiento también se ha alentado.
Falta poco más de un mes para la encuesta final, y a partir de la próxima semana las corcholatas echarán toda la carne al asador, pero quienes tienen posibilidades de retomar su crecimiento son el ex canciller y el exsecretario de Gobernación.
La razón es que más del 90% del empresariado prefiere a Ebrard como candidato morenista, pues lo ven lejos de los ultras de la 4T, que buscan destruir todo.
Con Marcelo podrían acordar los hombres del dinero, los sindicatos, los simpatizantes pejistas, incluso una parte de la sociedad civil, que no lo ve mal. Que a nadie extrañe que sus amigos empresarios empiecen a operar con sus socios, clientes y empleados para que lo apoyen.
Y no hay que descartar que su esposa, Rosalinda Bueso, quien puede ser el arma secreta que le ayude a subir sus bonos, no sólo con las mujeres, sino también con otros sectores sociales.
El otro que crecerá de nuevo es Adán Augusto, pero él por la operación de los gobernadores morenistas del país, pues la mayoría están con él y seguramente apretarán para elevar su puntaje.
Con respecto a Sheinbaum, los apoyos que le tocaban vienen desde hace meses, y no se prevén nuevos, a menos que algunas corcholatas declinaran por ella.
De otra forma no se ve cómo la exjefa de Gobierno resista, a menos que desde Palacio Nacional la impongan a la mala, lo que saldría muy caro a la 4T. No sólo por la fractura interna, sino porque Adán y Marcelo tienen un acuerdo para que quien vaya abajo apoye al otro.
Habrá que ver el papel que juega en esto Ricardo Monreal, a quien Adán Augusto envió a su gente para ayudarlo a operar en la capital.
Qué daría Claudia por adelantar las encuestas.
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