Rebeca Marín
La falta de oficio político de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en la elaboración de los libros de texto gratuito, provocó una tensión innecesaria en el inicio del ciclo escolar 2023-2024.
Sin embargo, este debate en torno a los libros de texto es también una gran oportunidad para que la sociedad mexicana se dé cuenta del papel fundamental que tiene la educación, y preguntarnos qué política educativa queremos para nuestros hijos y nuestros nietos.
Al fijar el posicionamiento de la Coparmex CDMX, en relación a los libros de texto gratuitos María Luisa Flores del Valle, vicepresidenta de Desarrollo y Sustentabilidad de la Ciudad y Patricia Ganem Alarcón, presidenta de la Comisión de Educación de este organismo empresarial, destacaron la reacción que han manifestado diversos grupos académicos, docentes y de la sociedad en general, ante los evidentes errores ortográficos y la falta de precisión técnica y metodológica en el abordaje de diversos tema y contenidos educativos.
Por lo anterior, las representantes de Coparmex CDMX para temas educativos, se pronunciaron por el respeto a la ley y la resolución de las controversias jurídicas que se han generado en torno a los libros de texto, para dar certeza jurídica a las escuelas, a los directores y padres de familia.
Asimismo, insistieron en reponer el proceso de elaboración de los libros de texto, para lo cual la SEP ya instaló "un laboratorio enorme", incluida la Ciudad de México, para recibir las opiniones de los padres, de los directores y de los maestros, a fin de que en los libros del ciclo 2024-2025 se corrijan los errores ortográficos, así como los errores técnicos y de orden metodológico, pero sobre todo, se evalúe el aprendizaje de los niños y las niñas.
Señalaron que en la Ciudad de México se dará un seguimiento muy puntual al apoyo que se le dé a los docentes para conocer estas metodologías, ya que sin la capacitación suficiente, los maestros no podrán entender cómo aplicar estas nuevas metodologías.
"Los libros de texto plantean que se tendrá que trabajar por proyectos, pero trabajar de esta manera implica un cambio en la gestión del aprendizaje, en la organización del aula, un cambio en el lenguaje de los profesores y un cambio en las técnicas y metodologías que ellos implementan para que los niños aprendan", señaló Patricia Ganem.
Las representantes de Coparmex CDMX puntualizaron que nadie se opone al cambio metodológico ni a las reformas de los planes y programas de estudio, pero subrayaron que lo importante en todo proceso de esta naturaleza "es que los niños tengan materiales de calidad".
Al refrendar su disposición a participar en los foros y consultas ciudadanas que prometió la SEP, Ganem Alarcón consideró que hacer cambios intempestivos en los libros de texto habla de una falta de diálogo interno entre las distintas autoridades educativas, además de que ocultar información sobre los foros y consultas abrió sospechas y empañó el proceso.
Por lo menos hubo cinco convocatorias a partir de marzo de 2021, pero no sabemos en qué concluyó cada una de ellas, por lo que se cree que es de la convocatoria del 31 de enero de 2022 cuando surgen los actuales libros de texto. "Pero esto es algo desconocido", acotó Ganem Alarcón.
"Tener libros de texto sin haber hecho antes la publicación de los programas sintéticos, como lo mandata la ley, provocó una tensión innecesaria", comentó Ganem Alarcón, quien confió que a través del laboratorio que prometió instalar la SEP se lleve a cabo un sistema eficiente de registro, de evaluación de aprendizajes, de seguimiento y de diálogo constante con los maestros.
En conferencia de prensa, María Luisa Flores y Patricia Ganem señalaron la importancia de evaluar el aprendizaje de los estudiantes, para conocer el impacto real que estos nuevos libros de texto tendrán en la adquisición de conocimientos de los estudiantes, además, de que se aproveche "este gran laboratorio" para corregir los errores de estos libros para el siguiente ciclo escolar.
María Luis del Valle destacó que la pandemia provocó la mayor disrupción que se había visto en la historia de la educación, con una marcada brecha digital que afectó a la niñez más vulnerable, a pesar de que la educación es un derecho constitucional en nuestro país que debe garantizar el Estado.
Resaltó que la educación permite la construcción de sociedades pacíficas, cohesionadas y participativas, fomenta el desarrollo individual, la productividad y la economía de las naciones; además, permite garantizar sociedades con igualdad de oportunidades para todos, inclusión, equidad y propiciar un desarrollo sostenible.
Señalaron que el actual debate es una enorme oportunidad para diseñar programas, planes y materiales que garanticen el aprendizaje de los niños y las niñas, ya que los estudiantes mexicanos presentan rezago en lectura de comprensión, en fluidez lectora, investigación y aprendizajes lógico-matemáticos, aunque la Ciudad de México tiene niveles un poco más altos de calificación en estas materias que el resto de las entidades del país.
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