Fiel a su estilo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador atacó de nuevo al periodismo y la libertad de expresión.
Estalló en contra de las periodistas Anabel Hernández y Carmen Aristegui, porque la primera lo acusó de crear otra "verdad histórica".
"Dice que soy el responsable de estar creando una nueva verdad histórica, que estoy igual que el licenciado Peña Nieto, pues me llama mucho la atención.
"Y que lo declare con la paladina de la libertad, Carmen Aristegui, quiere decir que vamos bien", apuntó el mandatario.
"Se están quitando las máscaras", aseguró. "Lo cierto es que pertenecen al bloque conservador", añadió el mandatario.
Sin quitar el dedo del renglón, arremetió contra Aristegui: "muchísima gente –ahora ya no por este proceso que estamos viviendo- pensaba, creía que era una profesional del periodismo".
Hay que recordar que en el pasado, López Obrador tenía en un pedestal a Carmen. Hablaba maravillas de ella.
Sin embargo, desde que la comunicadora empezó a criticar a la 4T, en automático se volvió su enemiga.
Respecto a Anabel Hernández, es una periodista que por más de 20 años se ha dedicado a investigar y difundir temas del narcotráfico.
Y al considerar que la "verdad histórica" de López Obrador es similar a la del sexenio de Peña Nieto, se volvió contra de ella y Aristegui.
Pero además, algo que pudiese parecer increíble, es que el Presidente salió en defensa de Omar García Harfuch, candidato preferido de Claudia Sheinbaum para la jefatura de gobierno.
Lo que siempre se ventiló más allá de las paredes de Palacio Nacional, es que el político de Tabasco no veía con buenos ojos a Harfuch.
Pero está claro que ya no es así. Por el contrario, al acotar las palabras del subsecretario Alejandro Encinas, consideró que Harfuch nada tiene que ver con la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa.
"Alejandro Encinas (dice) que si estaba en esas reuniones o había participado Harfuch, él dijo que sí, pero eso es distinto a que haya participado en la desaparición de los jóvenes.
"Lo que pasa es que como estamos ahora en temporada electoral, pues ya todo es noticia con esos propósitos.
"Hay que aclarar las cosas como son, no mentir, no utilizar estas cosas para perjudicar a posibles adversarios o competidores u otros futuros candidatos.
"Y no utilizar un caso tan lamentable como el de los jóvenes de Ayotzinapa desaparecidos con fines politiqueros", demandó López Obrador.
Pero la cuestión que ese no fue el papel que adoptó como opositor a la administración de Peña Nieto.
Hoy como Presidente y responsable de la investigación no ha avanzado más allá de lo que hizo el anterior gobierno.
La única diferencia con esta administración, es que metió a la cárcel al ex procurador Jesús Murillo Káram por difundir una versión similar a la de Encinas.
Ninguna diferencia hay entre una y otra "verdad histórica". El Presidente volvió a prometer:
"Tengo el compromiso de que se aclaren las cosas, de saber a ciencia cierta qué sucedió la noche del 26 de septiembre de 2014".
Sólo le resta un año para cumplirle, a los familiares de los 43 normalistas.
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