La Barriada/Martín Aguilar/Fuego Amigo

La crispación político electoral ha cobrado dimensiones inesperadas de confrontación entre dos poderosos bloques.

 

Por un lado, se ubica el presidente Andrés Manuel López Obrador, Morena, sus 22 gobernadores, con su aspirante Claudia Sheinbaum.

 

La 4T no ha resuelto qué hará con el ex canciller Marcelo Ebrard; aún hay incertidumbre sobre su destino.

 

Sheinbaum -por su parte- adopta posturas de virtual candidata invencible por las encuestas a todas luces encargadas a su favor.

 

Pero enfrenta una rebelión en la Ciudad de México, pues un grupo de morenistas, alcaldes, diputados y dirigentes se niegan a apoyar a su alfil Omar García Harfuch.

 

Sólo López Obrador podría meter orden, pero él le dio luz verde a Clara Brugada, la llamada "Juanita", impuesta como delegada en Iztapalapa.

 

En todo caso, esa división entre los morenistas en la capital, exhibe la debilidad de Sheinbaum frente a las huestes que se le han salido de control.

 

La confrontación que se avecina será de proporciones épicas, por la disputa de 8 gubernaturas y la jefatura de gobierno.

 

Por su parte, la aspirante opositora Xóchitl Gálvez enfrenta el aparato burocrático del poder mediante una sistemática guerra de encuestas.

 

Los analistas, que ni simpatizan con Morena, toman como verdadera dicha estrategia.

 

Independientemente de la "distancia" que presumen lleva Sheinbaum a Xóchitl, no es representativo para hacerla ver abandonada.

 

Xóchitl creció de la nada. De aspirante a la jefatura de gobierno, saltó al ámbito nacional sin el escandaloso despilfarro del morenismo.

 

Los simpatizantes cuatroteistas pronto olvidaron la paliza que se llevaron en las elecciones de 2021.

 

Morena perdió la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, lo que le impidió seguir destrozando la Constitución.

 

La Capital del país quedó en manos de la Alianza Va por la CDMX que le arrebató nueve de 16 alcaldías.

 

En 2021 Morena y aliados sumaron 21 millones de votos, el partido guinda, alcanzó 16 millones 759 mil sufragios, casi la mitad de los 30 millones de López Obrador en 2018.

 

A su vez, la oposición logró una votación de 22.9 millones, pero hoy los analistas del régimen, y quienes les siguen el juego, compran la versión de que Xóchitl ha sido abandonada por PRI, PAN y PRD.

 

López Obrador tiene en claro que la pérdida de la votación de Morena oscila en 50%, sin empezar las precampaña. A punta de encuestas busca inflar a Claudia.

 

En los hechos, el ambiente político aún no alcanza la ebullición, y mucho habrá de suceder en el trayecto 2024.

 

Sheinbaum no tiene claro que ella no sea López Obrador por más que lo imite. Por lo tanto, difícilmente superará la votación del 2021.

 

El desgaste del sexenio siempre tiene un costo y consecuencias.

 


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