Ya han pasado ya tres días del oso que Morena le obligó a hacer a Claudia Sheinbaum, quien tuvo que cancelar de última hora un evento por falta de gente en el Estadio Azul de la Ciudad de México, y aún se buscan culpables.
En su equipo insisten en que los alcaldes de la ruta es Clara sabotearon el evento, pues acapararon la mayoría de los boletos y no los quisieron soltar. De eso dan fe los diputados locales, a quienes les negaron entradas para sus equipos.
Pero también está la versión de los duros del partido, quienes culpan al equipo de Omar Hamid García Harfuch, pues aseguran que ellos se comprometieron a sacar el evento sin ayuda, y al final no pudieron.
Como haya sido, la triste realidad para Morena es que están bien partidos en la ciudad, y si no restañan pronto las heridas, tendrán que dejar en manos de la oposición la Jefatura de Gobierno.
Ayer se realizaron varias reuniones, tanto en el Senado como en Donceles, donde legisladores de Morena, Verde Ecologista y Partido del Trabajo seguían analizando las causas del ridículo que hicieron pasar a su aspirante presidencial.
La mayoría cree que los alcaldes rudos del partido son los artífices del vacío, para enviar el mensaje de que sin ellos la 4T en la capital no es la misma, y también en protesta por la nominación de García Harfuch para pelear la candidatura con Clara Marina Brugada.
Mientras son peras o manzanas, quedó claro que en el equipo del exsecretario de Seguridad Ciudadana las cosas no caminan bien. Omar Hamid está secuestrado por algunos líderes que no se ponen de acuerdo entre ellos.
Porque cómo se explica que apenas unos días antes, Julio César El Nenuco Moreno abarrotó la Sala de Armas de la Magdalena Mixhuca en un evento para la causa, y no que haya sido capaz de cumplir con una cuota mínima de acarreados al Estadio Azul.
El tema en la burbuja de García Harfuch es que no hay una cabeza; nadie es líder y entonces se desata un duelo de egos, en donde cada quien quiere demostrar al aspirante que es mejor que los demás.
Es claro el ejemplo de El Nenuco, quien quiso demostrar que él sí tiene punch, no como Efraín Morales, Víctor Hugo Romo, Rigoberto Salgado o José Luis Rodríguez, entre otros, que debieron garantizar el lleno en el recinto futbolero.
Todos quedaron mal y, en caso de que efectivamente los alcaldes hayan boicoteado el evento, los otros tuvieron que haber previsto la jugada, y no esperar a que sus colegas fallaran y que la perjudicada fuera Sheinbaum, cuya campaña quedó marcada.
Tal vez es un buen momento para que el exsecretario de Seguridad Ciudadana revise el trabajo de sus colaboradores, y los mida con otra vara, no por lo que le quieren vender. Por lo pronto, lo embarraron en el tremendo oso.
Pues ahora resulta que lo que falló el martes fue la batiseñal.
0 comments:
Publicar un comentario