Rebeca Marin
La COP28 representa un momento crucial del compromiso de la comunidad internacional con los objetivos del Acuerdo de París y se espera que los países que asistan, presenten un plan de respuesta rápida al primer balance mundial (GTS por sus siglas en inglés), de los progresos colectivos en materia de clima desde París para volver a situarnos en la trayectoria de 1,5 °C y descarbonizar todos los sectores económicos a un ritmo y con una profundidad nunca vistos, al tiempo que se potencia la financiación para los más vulnerables al clima, se mejora la vida de las personas y se garantiza el crecimiento económico sostenible y la prosperidad para todos.
En otras palabras, este año se realizará el primer balance global del proceso de la acción climática. Este primer diagnóstico global proporcionará datos de la situación en la que nos encontramos en relación al objetivo de no superar el grado y medio de aumento de la temperatura del planeta a finales de siglo. El primer balance mundial permitirá analizar las contribuciones a nivel nacional (NDCs por sus siglas en inglés), es decir, los objetivos y compromisos adquiridos por cada país y permitirá que se alineen los esfuerzos para acelerar la acción climática.
Por lo tanto, este primer diagnóstico marca un punto de inflexión y una oportunidad para redirigir el rumbo hacia una mayor ambición. Sus resultados servirán para que los países actualicen y revisen sus objetivos y compromisos climáticos.
La International Chamber of Commerce (ICC) ha preparado las propuestas sobre lo que la COP 28 debería aportar a las empresas y al planeta:
1. Un mapa de ruta sólido bajo la primera Evaluación Global que proporcione a los gobiernos y a las empresas un plan claro sobre qué intervenciones deben tener lugar, por sector, para alinearse con un mundo resiliente de 1.5 grados centígrados, incluyendo las tan necesarias políticas habilitadoras y de apoyo (como una fijación efectiva de los precios del carbono) y las tecnologías disponibles.
2. El acuerdo sobre la plena aplicación del Artículo 6 del Acuerdo de París sobre el comercio internacional de derechos de emisión, que puede sentar las bases de un mercado de carbono transfronterizo que funcione correctamente y con un alto grado de integración, capaz de acelerar la reducción de emisiones al menor costo posible para la economía real.
3. El cumplimiento de la promesa de 100 billones de dólares en financiación climática para las economías emergentes como base de referencia y la consecución de avances tangibles hacia el establecimiento de un objetivo colectivo de financiación climática más ambicioso para después de 2025.
4. La aplicación de un programa de acción para alinear mejor el sistema financiero mundial con los objetivos del Acuerdo de París, eliminando las barreras a las inversiones del sector privado necesarias, así como la accesibilidad y disponibilidad de la financiación climática en muchos mercados emergentes como resultado de las recientes tendencias macroeconómicas.
Así mismo, en los últimos meses, la ICC ha reunido a expertos de todas sus comisiones de todo el mundo, para elaborar una serie de documentos de política clave, que ponemos a disposición de los Ministros de Medio Ambiente, actores relevantes y empresas:
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