Lo sucedido estos días en Nuevo León, exhibió el contumaz contubernio entre Morena y Movimiento Ciudadano (MC).
El dirigente de MC, Dante Delgado mintió a los mexicanos. Dijo que nunca se aliaron con lo peor del pasado.
Pero estos días se comprobó que se alió con lo peor del presente. Dante dio su aval para que su alfil Samuel García, asumiera como el segundo candidato del presidente.
En el transcurso de la semana pasada, Andrés Manuel López Obrador salió en defensa de García.
En el mismo tono y casi con similares palabras, la aspirante presidencial Claudia Sheinbaum también salió en defensa del vapuleado mandatario.
El hecho político es más que contundente: López Obrador había echado a andar la maquinaria de Morena y MC en contra de Xóchitl Gálvez.
Pero una jugada maestra de los diputados del PRI y PAN en el Congreso de Nuevo León, puso contra la pared a Samuel García y la estrategia del tabasqueño.
Los legisladores eligieron a un gobernador interino distinto al propuesto por García, lo cual encolerizó a los dirigentes de Morena y MC.
La resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dándole la razón al Congreso estatal que tomó protesta a Luis Enrique Orozco Suárez.
Eso prendió los focos rojos en Palacio Nacional y sus aliados, encabezados por Dante Delgado y el gobernador con licencia.
Eso significaría que de facto la gubernatura pasaría a manos del PRI y PAN, atacados durante su efímera precampaña por Samuel.
¿Qué hay detrás de la decisión de García de quedarse en la gubernatura, y cancelar su precanditura presidencial?
En redes sociales y medios de comunicación circula información de un presunto desfalco en la administración neolonés por más de 60 mil millones de pesos.
Pero además hay señalamientos de investigaciones a la familia del mandatario naranja por supuestas ligas con poderes informales.
Con total desconocimiento de las leyes, Samuel decretó su regreso al cargo sin tomar en cuenta al Congreso.
Es decir que de facto se convirtió en un aprendiz de López Obrador, quien acuñó el apotegma de "no me vengan de que la ley es la ley".
Convertido en títere y patiño de Palacio Nacional, se dijo el aspirante más popular que llegó a las nubes en solo 10 días; un pequeño Amlo.
Pero ya no será candidato presidencial. Ha dejado sola a Sheinbaum en la competencia con Xóchitl.
¿Qué hará López Obrador? Continuará en la búsqueda de destruir la institucionalidad.
El caso es que el tiempo se le acaba. Ya sepultó a MC. Cualquier otro candidato empezará a morir. ¿Qué sigue o quién sigue?
0 comments:
Publicar un comentario